El presidente del PP, Pablo Casado, ha rechazado este lunes el control horario en las empresas, con el que el Gobierno pretende que «la gente vaya al trabajo casi con un código de barras en la frente, donde hay que fichar al ir y salir, al salir a desayunar, a salir a fumar y a salir al baño».
Casado, en un acto público en Logroño, ha apelado a «dar oportunidades y esperanza a los españoles y no el palo, la zanahoria y la desconfianza que pretende dar la izquierda» con esta medida que ha entrado en vigor el pasado domingo 12 de mayo, según la cual las empresas están obligadas a registrar cada día la hora a la que sus trabajadores empiezan y terminan su jornada laboral.
Ha añadido que el PP es un partido que confía en los trabajadores españoles, los empresarios y los autónomos y entiende que «hay que generar confianza y esperanza a los españoles».
«Estamos otra vez en la izquierda del año 1995», cuando, se decía, con un Gobierno de Felipe González, ha agregado Casado: «en España no se puede crear más empleo; vamos a repartirlo».
Esta nueva medida, ha dicho, trata de hacer pensar que «la gente miente, que el trabajador es explotado, que los autónomos son unos ogros, que todo el mundo engaña, que hay fraude», y que «todo el mundo fiche, como si estuviéramos en el ‘gran hermano'», que «todo el mundo mande al Gobierno todas las cifras, como si no confiáramos en los representantes de los trabajadores, los empresarios, los autónomos o los emprendedores».
El líder del PP ha recalcado que el PP «ha demostrado ser un partido echado hacia adelante, el que mejor lo ha hecho cuando ha gobernado y el único capaz de sacar a España de este atolladero y de recuperar el orgullo de que este país es la mejor nación del mundo».
También ha respondido al candidato socialista a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, quien este lunes ha dejado la puerta abierta a subir los impuestos a las rentas más altas.
Casado ha asegurado, a este respecto, que el PP es «el partido de la libertad, que permite bajar impuestos siempre que ha gobernado», ya que «bajando impuestos se crea empleo».
Ha criticado que la izquierda «habla de justicia fiscal», cuando, en realidad, su planteamiento es «un sablazo fiscal» porque, «cuando hay luces de alarma» a escala internacional, «el PSOE, en lugar de decir que hay que apretarse el cinturón y bajar impuestos», plantea, lo contrario.
En su intervención, ha reiterado que no pactará con «la izquierda ni con independentistas ni con batasunos», ni entrará en debates identitarios con los nacionalistas.
Para él, el próximo 26 de mayo se decide si el Gobierno de Pedro Sánchez «va a tener barra libre o va a tener un poco más difícil hacer lo que le da la gana porque las comunidades autónomas son contrapesos del poder nacional».
