Un informe de la Fundación NEOS revela que las personas nacidas en el extranjero que viven en España son 9,04 millones, lo que representa un 18,5% de la población residente. Según los últimos datos disponibles de la Estadística Continua de Población del INE a 1 de julio de 2024, habría que sumar más de 2 millones de hijos de madres nacidas en el extranjero que han nacido en España en los últimos 25-30 años.
En España residen aproximadamente 11 millones de personas de origen inmigrante, incluyendo tanto la primera como la segunda generación, lo que representa más del 22% de la población total. Según un informe elaborado por Jorge Soley, Alejandro Macarrón, Luis Zayas, Fernando Rosado y Carlos Beltramo, es fundamental abandonar la gestión migratoria pasiva, caracterizada por la tolerancia a la irregularidad y las regularizaciones extraordinarias. En su lugar, se propone «implementar una política activa y estratégica que fomente una inmigración regular y seleccionada».
Además, el informe estima que el coste de la inmigración para el Estado español supera los 30.000 millones de euros anuales, lo que genera una presión sobre los servicios públicos y el mercado laboral. Por esta razón, el análisis incluye comparaciones tanto entre comunidades autónomas como con otros países de la Unión Europea.
En cuanto a los perfiles migratorios, la inmigración iberoamericana es la más numerosa en España y, desde hace una década, predomina entre los nuevos inmigrantes. En cambio, la inmigración europea, que presenta flujos negativos en los últimos diez años, ocupa el segundo lugar. Sin embargo, existe una marcada diferencia entre la inmigración procedente de Europa Occidental y la del este, siendo esta última mayoritariamente rumana (casi la mitad).