Hace unos pocos meses saltó oficialmente la noticia de la que se llevaba hablando hacía tiempo en los distintos círculos políticos pacenses: el actual alcalde de Ciudadanos y líder de la formación en Badajoz, Ignacio Gragera, dejaba el partido que lo alzó hasta los altares del municipalismo y fichaba por el Partido Popular.
El anuncio se conocía mediante un tuit de la líder de los populares extremeños, María Guardiola, en el que aparecían Gragera y el coordinador local de los populares en Badajoz, Antonio Cavacasillas, cuya presencia en la foto era imprescindible para intentar acallar el malestar interno que se estaba produciendo en el seno de la formación de los populares.
Hasta ese momento el candidato oficioso era Cavacasillas, el cual junto a la formación local había organizado poco tiempo antes del nombramiento de Gragera un intento de acto local con los militantes populares para erigirse como candidato, pero ese acto fue frenado por la dirección nacional del PP a escasas horas de que tuviese lugar.
Al final, lo que iba a ser un acto se convirtió en una quedada de los afiliados entre los que encontraban el exalcalde del PP, Francisco Javier Fragoso, y una exconcejal de Ciudadanos en la anterior legislatura, Julia Timón.
Tras lo ocurrido, los rumores de que Gragera iba a ser el candidato de los populares a la alcaldía crecían de igual manera que el malestar interno que se iba generando entre las bases del partido que veían como su coordinador local y teniente de alcalde iba quedando relegado.
Finalmente, lo que era un secreto a voces y negaban tanto el afectado como sus actuales compañeros en público se confirmó. La operación estaba en marcha hace varios meses y siendo dirigida directamente desde Génova dado que a la dirección nacional le interesaba el perfil centrista del hasta entones alcalde de Ciudadanos.
Tras confirmarse de manera oficial el cambio de chaqueta de Gragera, se esperaba una reacción crítica de sus excompañeros de partido tanto a nivel municipal como autonómico, algo que no se produjo dado que ni unos ni otros abrieron la boca, salvo uno de los concejales de Ciudadanos en Badajoz para recordar que el pacto de gobierno con el PP seguía vigente y que el alcalde tránsfuga era el que debía seguir liderando el gobierno municipal.
La única reacción crítica se produjo desde el Congreso de los Diputados donde Edmundo Bal cargó contra Gragera por mantenerse en el puesto de alcalde tras abandonar Ciudadanos y le recordó que si es alcalde es gracias al pacto de alternancia alcanzado entre PP y Ciudadanos en la ciudad.
El transfuguismo en el gobierno municipal de Badajoz no es nada nuevo dado que el propio Gragera llegó al poder gracias a su pacto con el PP, pero también a un concejal tránsfuga que se encuentra incluido en el Ejecutivo local. Esta situación únicamente fue denunciada por VOX y actual candidato a la alcaldía, Marcelo Amarilla, que ha dejado claro por activa y por pasiva que no va a tolerar que se sigan degradando las instituciones municipales.
La ausencia de reacción por parte de los concejales de Ciudadanos en la ciudad y que se mantengan en la ciudad no han hecho más que aumentar los rumores de que estos tengan destacados puestos en la lista local del Partido Popular en las inminentes elecciones municipales del 28 de mayo.
De producirse, en la práctica no supondría ninguna novedad en las políticas que se llevan aplicando desde el consistorio pacense pues hace ya años que se llevan aplicando políticas de centro e izquierda en todos ámbitos.
Por último, en lo relativo a la gestión y al cuidado de los barrios, la llegada de Gragera no ha supuesto un gran cambio en comparación con los últimos gobiernos del PP dado que los viejos problemas como la falta de ayudas al comercio local, el abandono al patrimonio histórico, el mobiliario urbano y las eternas obras como la piscina de la margen derecha del Guadiana siguen persistiendo.
