Las fuerzas nacionalistas llaman «franquista» al Gobierno por aplicar un artículo de la Constitución. ¿Por qué en Reino Unido no ocurre lo mismo con el Direct Rule?
«Es una medida franquista e irracional». Muchos nacionalistas han esgrimido este argumento durante los últimos días -con un evidente descuadre temporal- para cargar contra el Gobierno de Mariano Rajoy, que el pasado sábado puso en marcha el artículo 155 de la Constitución para frenar la deriva separatista en Cataluña. Las apelaciones a la democracia se han sucedido, incluso desde partidos teóricamente constitucionalistas, pero conviene recordar cómo ha afrontado el Reino Unido una situación similar en diferentes ocasiones.
Definir las relaciones entre Londres y Belfast como turbulentas es quedarse cortos. Tras los Acuerdos de Vierne Santo de 1998, que pusieron fin a un conflicto que se había prolongado durante épocas, el Gobierno Británico ha decretado en cuatro ocasiones la suspensión directa de la autonomía de Irlanda del Norte.
El proceso más largo tuvo lugar entre 2002 y 2007, con Tony Blair al frente del número 9 de Downing Street. Durante casi cinco años, la Asamblea de Stormont quedó en suspenso y la Secretaría de Estado para Irlanda del Norte asumió el control desde Londres. Una medida teóricamente de emergencia que la realidad social ha convertido en habitual. De hecho, entre 2002 y 2007, los departamentos del Gobierno local fueron transferidos a un equipo integrado por diputados ingleses y escoceses.
No obstante, la Direct Rule tiene poco que ver con el artículo 155 de la Constitución, cuya idea principal parte de la Ley Fundamental de Bonn. La medida británica guarda ciertas semejanzas con otras existentes en Argentina, Italia o Austria. Todos ellos países democráticos que en sus fundamentos defienden la unidad indisoluble del país.
El artículo 155 planea una intervención gradual, mientras que la norma británica contempla la disolución o suspensión de los órganos de gobierno de la región. De hecho, después de los cinco años de intervención inglesa, hizo falta el acuerdo de San Andrés para lograr una época de estabilidad con el dúo formado por Ian Paisley, líder del Partido Democrático Unionista (DUP), y Martin McGuinness, líder del Sinn Féin y ex miembro del IRA.
Actualmente, el Direct Rule planea de nuevo sobre el Uslter. Las instituciones autonómicas en Stormont -sede del parlamento de Irlanda del Norte- continúan suspendidas desde el colapso de la administración norirlandesa el pasado enero, a raíz de la dimisión del ya fallecido Martin McGuinness.
La dimisión de McGuinness obligó al Ejecutivo de Londres a convocar elecciones anticipadas, que pusieron fin a la mayoría de los unionistas en Stormont.
La incapacidad de los principales partidos para formar un gobierno de poder compartido ha derivado en una situación de estancamiento, que dura ya nueve meses.
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