El sector sanitario privado en Extremadura, que dispone de 10 hospitales (el 50 % del total de la comunidad) y 444 camas (11 %), realiza el 13,9 % de las intervenciones quirúrgicas, el 9 % de las altas y el 13,2 % de las urgencias, según el Informe «Sanidad privada, aportando valor: Análisis de Situación 2020» de la Fundación IDIS.
Dicho estudio indica que el gasto sanitario en provisión privada en Extremadura representa el 23,7 % del gasto total en sanidad en la región.
El sector sanitario privado cuenta con el 50 % de los equipamientos de resonancia magnética y el 39 % de los mamógrafos.
En Extremadura, 136.570 personas cuentan con un seguro privado, habiéndose registrado un incremento anual del 4,5 % en el número de asegurados y del 5 % en el volumen de primas en el período 2015-2019, y representando el 1,3 % del mercado nacional en volumen de primas.
En la presentación del informe este jueves en Madrid, el presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), Juan Abarca, ha señalado que sin la colaboración de la sanidad privada, muchos pacientes infectados por COVID-19 no hubieran podido ser atendidos, especialmente en Madrid y Barcelona.
Abarca ha vuelto a defender la colaboración de la sanidad privada con la pública, en rueda de prensa on line junto a la directora general de la entidad, Marta Villanueva, y el secretario general, Ángel de Benito.
El presidente del IDIS ha cifrado en 25.000 los pacientes atendidos por la sanidad privada en sus hospitales durante la epidemia, lo que representa el 20 por ciento del total, y unos 2.000 en las unidades de cuidados intensivos (UCI), el 15 por ciento.
«La aportación de la sanidad privada ha sido fundamental. Por primera vez todo el sistema ha funcionado pensando en el paciente, no en intereses profesionales, empresariales o políticos. Sin el sector sanitario privado, gran parte de los pacientes no hubieran podido ser atendidos», ha subrayado.
Abarca, como hizo en su intervención ante la Comisión de Reconstrucción, ha defendido un pacto por la sanidad que adapte el sistema sanitario a las necesidades del siglo XXI, que suponga un aumento en la confianza entre los sectores público y privado.
«La situación no da lugar a tonterías ni demagogias. Ante una situación como la vivida no hay otra opción que la colaboración; la disposición del sector privado ha sido absoluta. Es evidente que el sistema sanitario público no es capaz de absorber la demanda sanitaria de la sociedad con sus propios medios», ha añadido.
Sobre la evolución del virus en España y la situación actual de la epidemia, Abarca ha señalado: «Hoy por hoy en España hay muy poca carga viral. Se están haciendo bien las cosas en salud pública, los rastreos, los contactos. Los rebrotes están controlados, los casos son importados».
«Si fuera solo por España, hasta otoño no habría ningún problema, el riesgo está fuera de las fronteras. Hay que hacer el mayor control posible de los viajeros de fuera. Aquí prácticamente no hay virus, y ya veremos que pasa en otoño», ha manifestado.
Marta Villanueva ha presentado el informe, donde se recoge que del 8,9 % que el gasto sanitario supone para el PIB, un 6,3 por ciento corresponde a gasto público y un 2,6 % a gasto privado.
El gasto sanitario privado es el 29,5 por ciento del gasto sanitario total, con un incremento de tres décimas desde 2017, ha señalado.
Un 21,9 por ciento de la población, más de 10 millones de personas, reciben servicios y atención de la sanidad privada.
«La COVID-19 -ha dicho la directora general de la Fundación IDIS- es el ejemplo de que la colaboración funciona, si no el sistema sanitario hubiera colapsado».
El ahorro o liberación de recursos que la sanidad privada aporta a la pública se cifra en una horquilla entre 5.000 y 11.300 millones de euros, recoge el informe.
La sanidad privada realiza el 30,5 por ciento de las intervenciones quirúrgicas y atiende el 24,5 % de las urgencias.