«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El 75% de los sanitarios fueron diagnosticado de COVID-19 tras tener síntomas según un estudio

Sanitarios de los hospitales de campaña instalados en los pabellones 5 y 9 de Ifema

Una encuesta sobre las causas de contagio en los sanitarios señala que en la mayoría de los casos, el 75,7 %, se les diagnosticó la COVID-19 ante la presencia de síntomas y el 12,3 % de los profesionales contagiados se reincorporaron después a su puesto sin haberse sometido previamente a un test.

La Unidad de Investigación en Cuidados y Servicios de Salud (Investén-Instituto Carlos III) está desarrollando un estudio, denominado SANICOVI, para conocer qué factores están influyendo en la tasa de contagios por COVID-19 entre los profesionales sanitarios y ha publicado algunas conclusiones «preliminares» con el análisis de datos de 2.230 sanitarios, tras una encuesta respondida entre el 4 y el 30 de abril, con variables sociodemográficas, laborales y epidemiológicas.

Los profesionales declararon una percepción de disponibilidad alta, en las primeras semanas de la pandemia, del equipamiento de protección más básico (mascarillas quirúrgicas y FFP1 y guantes) y de los recursos de higiene de manos elementales (agua y jabón, y solución hidroalcohólica).

No obstante, se percibe una carencia de ciertos equipos de protección, sobre todo la relativa a mascarillas FPP2/FPP3, gafas y EPI completo, «lo que podría sugerir que al inicio de la pandemia pudo haber profesionales sin un nivel totalmente adecuado de protección», explica el estudio.

Un 80,4 % de los sanitarios señalaron que disponían de procedimientos de actuación establecidos sobre COVID-19.

Aseguran disponer de medidas de protección «siempre o frecuentemente»: mascarilla FPP1 en el 57,3 % de las respuestas; guantes, 89,5 %; jabón, 95 %, y solución hidroalcohólica, 91,5 %.

Con respecto a los EPI, en torno al 50 % de los participantes respondieron que «siempre o frecuentemente» tuvieron la percepción de disponibilidad de mascarillas FPP2, FPP3, gafas y batas desechables.

En la mayoría de los casos, la realización de las pruebas diagnósticas se debió a la presencia de síntomas, la mitad manifiestan que se realizó estudio a sus contactos y el 12,3 % de los profesionales reincorporados manifiestan haberlo hecho sin un test.

El 6,1 % y el 0,4 % de la muestra requirieron, respectivamente, ingreso hospitalario o atención en una unidad de cuidados intensivos.

El estudio localiza diferencias en la percepción de disponibilidad de equipos de prevención y protección entre el ámbito hospitalario y atención primaria.

Las conclusiones señalan que los profesionales de la salud contagiados por SARS-CoV-2 identifican la gestión de la cadena de contagios, el uso y adecuación en la disponibilidad de equipos de protección y la efectividad en la realización del lavado de manos como posibles factores relacionados con el contagio.

Por ello, recomienda desarrollar estrategias para reforzar los procedimientos de prevención de riesgos laborales respecto a contagio; mejorar la formación en Equipos de Protección Individual (EPI) para los profesionales; adecuar la dotación de medidas de protección apropiadas; mejorar la disposición y difusión de protocolos actualizados; reforzar la adherencia a la higiene de manos, y ajustar las cargas de trabajo en el contexto asistencial.

Sanidad suspende el inicio de ensayos clínicos con hidroxicloroquina

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha suspendido el inicio de ensayos clínicos con hidroxicloroquina, así como el reclutamiento de pacientes hospitalizados moderados y graves, después de que dos estudios de la OMS y Reino Unido concluyeran que este tratamiento no aporta beneficio en los pacientes.

En una nota informativa, la Aemps subraya, no obstante, que los análisis preliminares con hidroxicloroquina no han detectado ningún problema de seguridad y que la recomendación de interrumpir el reclutamiento de los ensayos clínicos se debe a la falta de beneficio clínico en pacientes hospitalizados.

En España hay actualmente 20 ensayos clínicos autorizados en 107 centros hospitalarios que incluyen hidroxicloroquina.

Nueve de ellos son de profilaxis pre-exposición, es decir, evalúan la eficacia del tratamiento para prevenir la infección, cinco ensayos clínicos estudian su eficacia en pacientes hospitalizados en diferentes estadios de gravedad, y los seis restantes la analizan en pacientes con enfermedad leve.

De estos últimos, dos también investigan la profilaxis después de que haya habido contacto con pacientes con COVID-19.

La Aemps recuerda que algunos de estos ensayos aún no han iniciado el reclutamiento y solo uno, que incluye profilaxis post-exposición, se encuentra finalizado.

Por tanto, y después de conocer los resultados de los ensayos clínicos RECOVERY, de Reino Unido, y el SOLIDARITY, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que han concluido que la hidroxicloroquina no aporta beneficio clínico en los pacientes hospitalizados con COVID-19, la Aemps ha decidido suspender el inicio de los ensayos en España que tenían el mismo objeto de estudio.

En concreto, ha suspendido el inicio de ensayos que aún no habían comenzado el reclutamiento de pacientes y ha pedido a los promotores que presenten a la Aemps un análisis que justifique que la población que van a incluir en el ensayo difiere de la que ha participado en los ensayos RECOVERY y SOLIDARITY.

«Si la población es similar, es de esperar que estos ensayos no aporten diferencias significativas a lo que ya sabemos sobre la eficacia de hidroxicloroquina por lo que no deben iniciar el reclutamiento», sostiene Sanidad.

Si la población o el tratamiento difiere, pero ya hay otros estudios en marcha que han iniciado el reclutamiento, la recomendación de la Ameps consiste en sumarse a los estudios que ya están activos.

En cuanto a los ensayos que ya han iniciado el reclutamiento dirigido a pacientes hospitalizados moderados y graves, se suspende el reclutamiento y se solicita a los promotores que justifiquen que la población que van a incluir en el ensayo difiere de la que ha participado en los de la OMS y el Reino Unido y, si no hay diferencias, el reclutamiento se suspende definitivamente.

Por su parte, los estudios en profilaxis pre-exposición y pacientes leves sí que podrán continuar los ensayos clínicos de modo que permitan generar evidencia adicional para poder tomar decisiones basadas en datos.

Además, la Aemps destaca que los pacientes que se encuentran en estos ensayos, por las propias características de los mismos -criterios de inclusión y exclusión, monitorización previa y durante el desarrollo del ensayo, etc-, se encuentran muy controlados, por lo que esta decisión no afecta a su integridad ni perjudica la calidad de sus cuidados de cara a superar la enfermedad.

TEMAS |
+ en
Fondo newsletter