Karin El Baqqaly, el supuesto responsable del asesinato de dos guardias civiles en Barbate, apenas contaba con un antecedente previo en la jurisdicción de la Guardia Civil, según fuentes de la investigación. Este individuo, de 32 años, fue arrestado en 2018 en Torrox (Málaga) cuando las autoridades lo interceptaron a bordo de una embarcación utilizada para el tráfico de drogas, con un cargamento de 119 fardos de hachís. A pesar de esta detención, continuó involucrado en actividades ilícitas relacionadas con el narcotráfico sin ser detectado por las fuerzas del orden.
El historial de Karin comenzó el 2 de septiembre de 2018, cuando agentes de la Patrulla Fiscal y de Fronteras (PAFIFs) de la Guardia Civil de Algarrobo lo interceptaron en la desembocadura del río Torrox tras una llamada de un vecino que observó movimientos sospechosos en la zona, incluyendo señales hechas con una linterna, según cuenta este viernes Vozpópuli. Este lugar era conocido por ser un punto frecuente de desembarco de inmigrantes y alijos de droga.
Cuando los agentes acudieron al lugar, encontraron una narcolancha de 12 metros de longitud encallada en la orilla y cargada de hachís. Alrededor de la embarcación había unas 20 personas, presumiblemente involucradas en la descarga del estupefaciente, según los informes.
La operación culminó con la detención de dos de estos individuos, uno de ellos el propio Karin El Baqqaly. Además, las autoridades incautaron dos vehículos robados, entre ellos un Toyota Land Cruiser, que iban a ser utilizados para transportar la droga. A pesar de haber sido arrestado, Karin fue puesto en libertad poco después, lo que no impidió que siguiera escalando en el mundo del narcotráfico, convirtiéndose en conductor de las lanchas rápidas utilizadas para transportar droga, un trabajo altamente remunerado en ese entorno criminal.
La captura de Karin tuvo lugar cerca de las dos de la mañana en la Playa de la Hierbabuena en Barbate, resultado de una operación conjunta entre la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y la Policía Judicial de la Comandancia de Cádiz. Tras meses de búsqueda y presión, decidió entregarse. El lugar de su captura, irónicamente, es el mismo en el que arrolló con su embarcación a los guardias civiles David Pérez y Miguel Ángel González, provocando su trágica muerte.
Durante seis meses, Karin logró escapar de las autoridades refugiándose en su pueblo natal, Dalía, en Marruecos, donde llevó una vida aparentemente normal, fuera del radar de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, la investigación avanzó de manera discreta hasta lograr su captura. Este viernes, será presentado ante el juez a las nueve de la mañana, y se espera que se solicite su ingreso en prisión provisional sin demora.
