El Ayuntamiento de Barcelona plantea eliminar todos los pisos turísticos de la ciudad en noviembre de 2028 aplicando el decreto ley aprobado por la Generalidad que regula las viviendas turísticas.

Lo ha anunciado el alcalde Jaume Collboni en rueda de prensa de este viernes, en la que ha detallado la voluntad de su Gobierno de que el máximo de pisos turísticos se destinen a uso residencial y sirvan para incrementar el parque de vivienda de la ciudad.

El objetivo es que «a partir de 2029 desaparezca la figura de piso turístico» tal y como se concibe actualmente y se cese completamente la actividad de uso turístico en pisos residenciales, una propuesta que primero deberá ser aprobada por el pleno del Consistorio.

«El Gobierno ha decidido ir a fondo», ha afirmado Collboni, que ha recordado que la ciudad cuenta actualmente con 10.101 pisos turísticos, que quiere suprimir aprovechando el decreto de la Generalidad, que emplaza a los municipios a redactar en un plazo de cinco años desde diciembre de 2023 un plan urbanístico que fije cuantos pisos turísticos acepta tener.

Dado que Barcelona es uno de los municipios que el decreto señala con problemas de acceso a la vivienda, el Gobierno municipal contempla no impulsar ningún planeamiento urbanístico que declare compatible el uso turístico de la vivienda con el de domicilio habitual y permanente.