El decreto de la «nueva normalidad» recibirá este jueves el respaldo mayoritario del Congreso gracias a los votos a favor de los socios de Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, y a los de sus aliados en las prórrogas del estado de alarma, en especial Cs y PNV, mientras persiste la incógnita sobre la posición del PP.
Su decisión previsiblemente será un «sí» porque es a la que ha apuntado el líder de los populares, Pablo Casado, tanto en la jornada del martes como en la de ayer miércoles.
Primero afirmó que su partido estaba «dispuesto» a apoyar el decreto de nueva normalidad si el Ejecutivo aceptaba algunas de sus propuestas de refuerzo del sistema sanitario, muchas de ellas recogidas en lo que ha llamado «el Pacto Cajal», en homenaje al médico e investigador Santiago Ramón y Cajal.
Después, en el Congreso, en la sesión de control al Gobierno, dijo que el PP «puede» dar su «ok» al compendio de medidas de ese decreto, sin precisar más.
Decreto que, aunque ya está en vigor, debe superar el trámite de la convalidación o derogación del pleno del Congreso, que es lo que tendrá lugar este jueves.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, será el miembro del Gobierno que defienda las medidas recogidas en la norma.
El uso obligatorio de mascarillas en espacios cerrados y en espacios abiertos si no se puede mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros, el desarrollo de planes de contingencia ante posibles rebrotes, un ámbito de competencias principalmente autonómico o el refuerzo de la atención primaria son algunos de los aspectos más destacados del decreto.
Illa los desgranará este jueves ante el pleno y, acto seguido, intervendrán los grupos en orden de menor a mayor representación parlamentaria.
El desenlace previsto del debate es que el decreto sea convalidado porque el Gobierno cuenta con una base de votos favorables de 171 (PSOE, 120; Unidas Podemos, 35; Cs, 10; y PNV, 6), a los que se sumarán los de Más País (dos) o el de Coalición Canaria (uno). Vox se ha decantado por el «no», al igual que ERC.
Aunque el PP apostara por el voto en contra, sólo un cambio de planes de última hora en alguno de los grupos que ya se han pronunciado por el «sí» daría al traste con la convalidación.
Pero los populares parecen más cerca del apoyo que del rechazo a tenor de las conversaciones que han tenido Ana Pastor y el propio Illa durante los últimos días.
Con todo, es muy probable que el decreto se tramite como proyecto de ley y los grupos puedan así introducir una serie de cambios. El reglamento establece que si un grupo lo pide, tendrá que votarse justo después de la convalidación o derogación.