El delegado del Gobierno en Extremadura, Alejandro Mendoza, ha afirmado que el arreglo de la carretera Cáceres-Badajoz, cortada al tráfico desde el 13 de diciembre ―cuando las intensas precipitaciones de la borrasca Efraín provocaron el hundimiento de una parte del trazado de la vía―, no tiene programada ninguna fecha.
Según ha explicado Mendoza, desde hace unos días, «continúa la evaluación de daños, tanto en el punto kilométrico 45, donde se produjo el gran socavón que ha partido la vía en dos, como en otros tramos de la plataforma que se ha visto afectada por balsas de agua».
En su opinión, el tramo de carretera desparecido «es un socavón que no constituye un inconveniente grave para conectar ambas capitales, ya que existe una comunicación alternativa con un poquito más de trayecto, a través de la A-5 y la A-66″.
En la actualidad, la N-523 que conecta las dos capitales de provincia extremeñas, es utilizada a diario por miles de personas para sus desplazamientos y permanece cortada al tráfico en el tramo entre las poblaciones de La Roca de la Sierra y Puebla de Obando.
Este imponderable ha propiciado que el debate sobre la construcción de la autovía pendiente entre Cáceres-Badajoz, la A-58 ―una demanda histórica que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aseguró que estaría concluida en 2012―, cobre una inusitada actualidad.
En este sentido, el pasado mes de octubre, el presidente provincial de VOX Cáceres, Óscar Fernández Calle, afirmó que «todos los extremeños recordamos con infamia cuando nuestro presidente, Guillermo Fernández Vara, aseguró en 2009 que circular por autovía entre Cáceres y Badajoz sería posible en 2012, tras cerrar un acuerdo con el entonces ministro de Fomento, José Blanco; estamos en 2022 y seguimos esperando».
Asimismo, Fernández Calle ha señalado que, a principios de año, la consejera de Movilidad, Transporte y Vivienda, Leire Iglesias, aseguró que el inicio de las obras de la futura Autovía A-58 entre Cáceres y Badajoz se llevaría a cabo antes de que finalizase 2022, dentro del Plan Estratégico de Infraestructuras 2016-2030, «del cual salió esta autovía tras su cesión al Estado en 2019».
«Pero la verdad es que la aprobación definitiva para su ejecución por parte del Gobierno central se tiene desde 2019, con unas obras para al primer tramo valoradas en más de 74 millones de euros contempladas en los Presupuestos Generales del Estado de 2021, que no llegaron a concretarse, por lo que llevamos más de dos años esperando el comienzo de las mismas«, concluye Fernández Calle.
