El máximo responsable de la Policía Nacional en España, Francisco Pardo Piqueras, se ha visto obligado a dar explicaciones sobre las cargas policiales en Ferraz que, a juicio de muchos, fueron excesivas y atendieron a intereses políticos en favor de Pedro Sánchez.
El diario El Debate ha contactado con el jefe del Cuerpo Nacional de Policía, Francisco Pardo Piqueras, quien se ha negado a detallar las razones por las que desplegó material antidisturbios y gases lacrimógenos en las manifestaciones del pasado día 6 de noviembre frente a la madrileña sede del Partido Socialista (PSOE), cuando 3.800 personas, según sus propios datos, protestaron contra la amnistía y los pactos de Sánchez.
Según Pardo Piqueras, el desarrollo de las acciones tácticas policiales «pretende contrarrestar las actividades de alborotadores» que a su entender pusieron poner en peligro la calle y la integridad física de los policías actuantes y la de otros ciudadanos.
El director general de la Policía se ha negado a facilitar al citado diario los protocolos de actuación policiales porque conocerlos «pondría en peligro la seguridad pública» y niega la existencia de órdenes políticas para el uso de material antidisturbios.
Así, explica que «todo el operativo fue dirigido por el jefe policial del dispositivo allí desplegado, que, en su conjunto, desarrollaron con profesionalidad, dada su gran formación y dilatada experiencia, las acciones oportunas en función de las condiciones sobre el terreno y a la vista de la evolución de la concentración y de los altercados que se producían como consecuencia de la misma».
E insiste en que la concentración «no estaba comunicada y, por lo tanto, no se ajustaba a la ley«. A lo que añade que «se produjeron disturbios, cortes de calles, destrozos de material urbano, y ataques a los policías allí presentes mediante el lanzamiento de objetos, todo lo cual motivó el empleo progresivo de la fuerza, con el fin de restablecer la seguridad ciudadana».
