Durante la emisión del programa Espejo Público de esta mañana de miércoles, Susana Griso ha entrevistado al dueño del bar de Mataró al que suelen acudir el padre y los primos de Lamine Yamal. Una de las preguntas ha sido si el joven delantero del Barcelona ha sufrido episodios de racismo durante su infancia, a lo que el hostelero ha respondido tajante: «Sí, aquí en el barrio sí. Piensa que aquí hay muchos inmigrantes y gente buena y mala».
«Yo no lo he vivido tan de cerca porque estaba siempre trabajando en el bar, pero sobre todo cuando decidió jugar con España en vez de con Marruecos, ahí sí que recibió mucho mensaje de odio por parte del pueblo marroquí. Es curioso. Ellos lo vieron como una traición a su país», revela incidiendo en que, pese a algún episodio desafortunado, el padre pasa siempre de todo y sólo quiere ver a su hijo ganar.
Y es que Lamine Yamal había sido desafiado días antes por Adrien Rabiot, centrocampista francés, que llegó a insinuar que la perla española debería hacer mucho más de lo que había hecho hasta el momento si quería clasificar a su país a la final. Con una madurez inusual para sus 16 años, el deportista decidió responder en el campo, y lo hizo con un golazo por toda la escuadra que igualó el partido cuando más difícil se había puesto para España. Con el encuentro finalizó, no dudó en acercarse a una cámara y acordarse del recado de Rabiot: «¡Habla ahora, habla ahora!».
