David Sánchez, músico y hermano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha estado bajo la lupa por los gastos que ha imputado a la Diputación de Badajoz, a pesar de vivir a escasos 150 metros de su lugar de trabajo. Según documentación a la que ha tenido acceso El Debate, Sánchez ha pasado diversos gastos relacionados con kilometraje y manutención al presupuesto de la corporación provincial en los últimos años, generando polémica por la proximidad de su domicilio a su despacho.
Este año, Sánchez ha cargado tres tipos de gastos a la Diputación. Entre ellos, destacan los 113,35 euros que ha justificado en concepto de comidas y cenas, argumentando que se realizaron en el marco de sus funciones como jefe de la oficina de Artes Escénicas. Además, ha solicitado 434,46 euros por kilometraje y ha incluido una partida de 233 euros etiquetada simplemente como «otros gastos», sin mayor especificación.
La cuestión se complica más cuando se revisan los gastos de años anteriores. En 2023, Sánchez imputó 995,60 euros por kilometraje, 312,14 euros en comidas, 65,05 euros por aparcamiento y 51,55 euros en «otros gastos». En 2022, los cargos fueron de 106,78 euros en desplazamientos y 133,35 euros por comidas. Incluso en 2018, cuando vivía alquilado en un piso a apenas 50 metros del Conservatorio Superior de Música Bonifacio Gil, su lugar de trabajo, Sánchez llegó a cargar 168,34 euros por kilometraje.
Lo más llamativo de este caso es que Sánchez, que actualmente reside a sólo 150 metros de su oficina, sigue imputando gastos de desplazamiento. Según El Debate, este apartamento, ubicado en la calle Ramón Albarrán, es propiedad de Rafael Lemus, senador y líder del PSOE en Badajoz. El periódico reveló que Sánchez ha estado viviendo en este inmueble desde, al menos, enero de este año, ocultando así su residencia.
Esta situación es clave para la investigación judicial que lo involucra. Por un lado, hay denuncias de sus compañeros por supuestas ausencias injustificadas en el trabajo, y, por otro, la Agencia Tributaria está indagando en su mudanza a Portugal, país al que habría trasladado su residencia para beneficiarse de un régimen fiscal más favorable. La normativa fiscal lusa exige que resida al menos seis meses en su territorio, pero al vivir en la casa de Lemus en Badajoz, Sánchez estaría evitando el control de las autoridades tributarias españolas, quienes utilizan el registro de los suministros de las viviendas para verificar las residencias.
