El portavoz de Vivienda de VOX, Carlos Hernández Quero, ha denunciado de forma pública la manipulación de los datos sobre el precio del alquiler en Cataluña que difunden el Gobierno, las asociaciones «fake» de inquilinos y «los medios de comunicación subvencionados» y ha explicado que los supuestos descensos de los precios del alquiler —un 3 % en Barcelona y más del 6 % en Cataluña— no se basan en los contratos nuevos firmados tras la entrada en vigor del control de rentas, sino en un promedio de todas las fianzas depositadas en el INCASOL, el instituto catalán del suelo, incluidos contratos de hace hasta diez años.
Esta medida, ha dicho, «oculta la realidad del mercado», que nada tiene que ver con lo que la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, intentó vender el pasado martes. La oferta de alquiler ha caído drásticamente —un 15 % solo en el último año y un 40 % desde 2019—, lo que ha provocado un aumento real de los precios en los nuevos contratos. Además, la escasez hace que muchos inquilinos mantengan sus viviendas antiguas, consolidando una estadística distorsionada por contratos más antiguos y baratos, ha añadido.
El diputado de VOX ha advertido que la situación es «crítica» porque los precios por metro cuadrado marcan récords, la emancipación juvenil es cada vez más difícil; y el piso compartido con desconocidos alcanza cifras históricas. «Pronto habrá chabolas«, ha lamentado. Así, ha responsabilizado directamente al Gobierno y a su política de regulaciones fallidas, que han generado escasez, especulación, deterioro del parque inmobiliario y exclusión del alquiler para jóvenes, familias vulnerables, pensionistas y trabajadores precarios.
Finalmente, ha exigido medidas reales como construcción de vivienda pública, liberación de suelo, reducción de impuestos y limitación de la demanda extranjera. «Están jugando con el dolor de todo un país y no hacen nada de lo que tienen en su mano para paliar el problema», ha concluido.