El jefe de Seguridad italiano, Franco Gabrielli, ha confirmado la existencia de ‘amenazas inminentes’ que exigen una precaución extraordinaria, sobre todo en el Vaticano
La seguridad del Vaticano está en máxima alerta como consecuencia de la llegada masiva de visitante durante la Semana Santa y la Pascua. De esta manera, el jefe de Seguridad italiano, Franco Gabrielli, ha confirmado la existencia de ‘amenazas inminentes’ que exigen una precaución, una prudencia, extraordinaria.
Así se lo transmitió, al menos, al Santo Padre Francisco en una audiencia que mantuvo con él el pasado lunes; una audiencia en la que le aseguró que las fuerzas del Estado ‘continuarán garantizado la seguridad de la Santa Sede y de la extraordinaria ciudad de Roma, que es cuna del cristianismo y un blanco en el que se centra la propaganda yihadista’.
En este sentido, Gabrielli ha abundado en el hecho de que no existe ningún indicio que pueda llevarles a creer que la ‘amenaza yihadista haya pasado ya’. Al contrario, ‘la amenaza es inminente, pero los hombres y mujeres de la policía se erigirá en baluarte contra todo el mal que nos rodea’, sentencia.
El jefe de seguridad italiano fue recibido, acompañado de sus subordinados, por el Papa Francisco en el Vaticano. En este encuentro, el pontífice se mostró muy interesado por la labor policial, especialmente intensa en estos meses de amenaza yihadista.
En este sentido, el Papa ha ensalzado la labor de los agentes – que dedican el tiempo que Dios les ha concedido a garantizar la seguridad de los ciudadanos y de los peregrinos -, al tiempo que se refirió a la amenaza terrorista: ‘A veces me invade la tristeza cuando salgo y os veo trabajando. Pienso que estáis sacrificando vuestras vidas para protegerme a mí y para proteger a la gente; para impedir que gente demente arruine la vida de familias enteras’, ha señalado dirigiéndose a los policías.
Para concluir, les ha transmitido su profunda gratitud: ‘Gracias a vuestra discreta y efectiva vigilancia, los peregrinos que vienen a visitar la tumba de San Pedro desde todas las partes del mundo tienen la oportunidad de vivir esta importante experiencia de fe con el sosiego necesario’.
Cabe añadir que Roma es uno de los principales objetivos del terrorismo yihadista como consecuencia de su condición de cuna de Europa y de la cristiandad.
