La diputada de ERC en el Congreso Teresa Jordá ha reivindicado el papel de su formación en la negociación con el jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, advirtiéndole de ya dan «por hecha» la amnistía y que esta ley llegará próximamente.
Lo ha dicho en un acto con militantes de ERC en Barcelona por la Diada junto a la secretaria general del partido, Marta Vilalta, y el concejal de ERC en Barcelona Ernest Maragall.
Asimismo, Jordá ha celebrado que «una cuestión enquistada desde hace décadas» como el uso de lenguas cooficiales en el Congreso es ya una realidad, algo que sin el esfuerzo y la negociación de ERC –ha dicho– no habría pasado.
«Nos decían que un presidente del Estado español se sometería a sesiones de control con pinganillo, o nos decían que los nuestros no saldrían de la cárcel. También nos decían que modificar el Código Penal era imposible, y que derribar el artefacto de Cs era una quimera», ha dicho.
«La vía política»
La secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta, ha reivindicado la apuesta de su partido por el diálogo para lograr la independencia y ha celebrado la oportunidad que ofrecen las negociaciones de investidura: «Se reafirma la vía política».
Vilalta ha reiterado que sus condiciones para investir al candidato socialista, Pedro Sánchez, son una amnistía, un referéndum y mejorar el «bienestar» de los catalanes, y ha celebrado la oportunidad de poder influir en la gobernabilidad de España junto a los nacionalistas vascos y gallegos.
La dirigente republicana ha llamado a aprovechar esta oportunidad y ha asegurado que ERC lleva cuatro años «picando piedra» para abrir una negociación en la que hasta ahora –ha dicho, en alusión velada a Junts– han estado solos.
En ese sentido, ha insistido en que los separatistas deben coordinarse al negociar: «Nosotros, a diferencia de otros, no nos equivocaremos nunca de adversario. Nuestro adversario es el Estado español, el que nos reprime».
Además, Vilalta ha recordado a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, en Ginebra por las causas judiciales pendientes relacionadas con el 1-O, y ha confiado en que sea «la última Diada» sin ella.
