Este lunes finaliza el plazo de ocho días que Sánchez dio a Nicolás Maduro para que convoque elecciones libres y democráticas.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece este lunes a las diez de la mañana en el Palacio de la Moncloa para ofrecer una declaración oficial sobre Venezuela y no se descarta que presente sus primeras propuestas para ayudar a la transición política del país.
Este lunes finaliza el plazo de ocho días que Sánchez dio a Nicolás Maduro para que convoque elecciones libres y democráticas.
A pesar de las críticas que se ha llevado de la oposición por poner este plazo, Sánchez y su Gobierno han defendido esta estrategia diplomática con la que sobre todo se ha buscado lograr el mayor consenso europeo posible.
Junto con España, reconocerán a Guaidó Francia, Alemania y Reino Unido, entre otros países de la Unión Europea (UE).
Y aunque no habrá un reconocimiento unánime de la UE, los ministros de Exteriores del bloque europeo acordaron el jueves pasado en Bucarest crear un grupo de contacto con países latinoamericanos que en 90 días ayude a sentar las bases que lleven a elecciones «libres».
El grupo estará formado por la UE y varios de sus países miembros, como Francia, Reino Unido, Alemania, Portugal, España, Holanda, Italia y Suecia, mientras que en la parte latinoamericana están Ecuador, Costa Rica, Uruguay y Bolivia, y otros Estados que serán anunciados en los próximos días.
También el jueves pasado, el Parlamento Europeo reconoció a Guaidó en una resolución apoyada por la mayoría de la cámara y sus cuatro principales partidos. Es algo a lo que el Gobierno español da mucha importancia porque el PE representa el voto directo de los ciudadanos europeos.
Sánchez no logró esta pasada semana, en su visita oficial a México, el apoyo del nuevo presidente del país, Ángel Manuel López Obrador, para el reconocimiento de Guaidó o para participar en el grupo de contacto.
México, al igual que Uruguay, se mantienen en la neutralidad y han convocado una conferencia internacional para el 7 de febrero para buscar una salida negociada a esta crisis.
En estos días, el presidente defendía su estrategia mientras dejaba claro su rechazo al régimen de Maduro, contra el que arremetió el pasado martes, en su discurso ante el Consejo de la Internacional Socialista reunido en Santo Domingo (República Dominicana).
Allí llamó «tirano» a Maduro y colocó a Guaidó como «líder de la transición» en Venezuela. Y un día después, en México, también reprochó a Maduro el exilio que está provocando la crisis venezolana.