La legislatura XIV arrancó a finales de noviembre de 2019 y nada más tomar posesión de sus actas los miembros del grupo parlamentario de VOX recurrieron los «juramentos» de los diputados separatistas, que se negaron a utilizar la fórmula en la que se acata la Constitución.
Fue sólo el principio de un camino de casi cuatro años en el que la formación de Santiago Abascal presentó más de 55.700 iniciativas, de las cuales sólo lograron salir adelante tres debido al rodillo imperante del consenso socialdemócrata. Esas tres iniciativas no son otras que la adecuación salarial del personal de las Fuerzas Armadas, medidas para mejorar el transporte marítimo de mercancías y la inclusión de la catedral de Santa María de Regla de León y otros elementos artísticos y arquitectónicos de la ciudad en la Lista Indicativa Española.
Entre las iniciativas rechazadas por el resto de los partidos se encuentran las dos mociones de censura presentadas para desalojar a Pedro Sánchez del poder y convocar elecciones. La primera fue encabezada por Santiago Abascal y sólo contó con el apoyo de los 52 diputados de VOX. La segunda supuso un hito en la democracia española porque la lideró un candidato independiente, el profesor Ramón Tamames, que no obtuvo el apoyo de ningún otro partido, pero sí el respaldo del diputado Pablo Cambronero (grupo mixto).
Por la reducción del gasto político
Desde diciembre de 2019 hasta mayo de 2023 la formación de Santiago Abascal dio la batalla en el Congreso en la reducción del gasto político, la denuncia y petición de un control estricto de la inmigración ilegal, los planes nacionales de soberanía energética y del agua ·para hacer de España una nación más libre y menos dependiente del exterior», etc.
Una de las banderas que hizo suyas fue el fin de los privilegios fiscales para el País Vasco y Navarra, y la eliminación de los aforamientos para los diputados. También presentó solicitudes permanentes de bajadas de impuestos y llevó a votación la eliminación de las subvenciones a los partidos políticos en marzo del 2022.
La defensa del mundo rural y el Plan Nacional del Agua
Y ha defendido la soberanía, un concepto válido tanto para el ámbito alimentario, con el fin de garantizar el abastecimiento y los derechos de agricultores y ganaderos —atacados por agendas globalistas—, y el ámbito energético, en el que VOX ha denunciado la voladura de centrales y ha exigido la derogación de la ley de cambio climático, que prohíbe no sólo explotar sino explorar los propios recursos naturales.
El compromiso de VOX con el sector primario se constató desde el inicio de la legislatura. El 18 de febrero de 2020, el portavoz de VOX en la comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación, Ricardo Chamorro, defendió en el pleno una «reducción de impuestos en todos los ámbitos productores, especialmente en el sector agrario y rural, donde las trabas fiscales y administrativas, junto a la falta de ayudas a la natalidad, a las familias… hacen complicado el arraigo de población y dan lugar a la despoblación». Así, ante la la crisis alimentaria por la guerra en Ucrania, VOX propuso asegurar suministro de materias primas para el sector primario, consolidar el relevo generacional y garantizar la rentabilidad de las explotaciones agrarias que asegure su continuidad en el tiempo. «Nuestra soberanía alimentaria no puede estar en manos de otros países», dijo Chamorro. La formación se opuso además a la mal llamada ley de Bienestar Animal, un disparate legislativo que «carece de sentido», pues otorga derechos a quienes no tienen obligaciones (los animales).
VOX reivindicó unas facturas de suministros energéticos asequible, combatió los cierres de centrales nucleares y el desmantelamiento de las térmicas, puso encima de la mesa un plan de soberanía energética que pueda explorar los propios recursos naturales, y presentó un Plan Nacional del Agua para que este recurso «llegue a todos los rincones del territorio nacional mediante la interconexión de cuencas, trasvases o la construcción de infraestructuras hídricas».
Contra los okupas y el «efecto llamada» migratorio
Luchar contra los okupas o la inmigración ilegal fueron otras de las peleas que libró VOX, que alertó de que el problema de la vivienda no ha dejado de agudizarse en los últimos tiempos y llamó a proteger propiedad privada con desalojos en 24 horas de los que invaden una vivienda y abogó por medidas que permitan a los jóvenes tener un hogar a un precio asequible.
Y reivindicó unas fronteras seguras para hacer frente a una inmigración ilegal que es permitida y fomentada por el resto de los partidos del arco parlamentario, que votaron en contra de endurecer los requisitos para obtener la nacionalidad española o de cerrar las mezquitas en las que se promueva el salafismo.
La inconstitucionalidad de los estados de alarma
La pelea contra la ideología de género y la defensa de la familia ocuparon gran parte de las iniciativas presentadas por VOX, entre las que destacan la enmienda a la totalidad a la ley trans, la oposición frontal a la ley del aborto y la denuncia constante de las consecuencias —luego cumplidas— de la ley del «sólo sí es sí», que ha beneficiado a 1.127 delincuentes sexuales, según confirmó este viernes el CGPJ.
VOX defendió la independencia judicial con una propuesta para reformar el método de elección de los vocales del CGPJ —y que los jueces elijan a los magistrados— y el TC le dio la razón al decretar inconstitucionales los dos estados de alarma y la ilegalidad del cierre de la sede de la soberanía nacional decretado por Meritxell Batet. Y rechazó los pactos con terroristas de ETA por parte del Gobierno, los indultos a los golpistas separatistas y presentó iniciativas que tienen como objetivo que se pueda ilegalizar a aquellos partidos que tengan por objetivo romper la unidad de España.
