Pedro Sánchez no logra su objetivo tras su gira europea de abril para liderar el reconocimiento conjunto del Estado palestino. El fracaso de Sánchez es palpable al darse cuenta de que tan sólo Irlanda se ha unido a su movimiento político, y ya pensaba hacerlo antes de la intromisión del presidente. El socialista viajó a Polonia, Noruega, Irlanda, Portugal, Eslovenia y Bélgica. Noruega también reconocerá a Palestina, pero no forma parte de la Unión Europea.
En caso de unirse Eslovenia, cuando se calme la situación en el país —el primer ministro se encuentra ingresado grave tras un atentado—, tampoco sería gracias a la acción exterior de Pedro Sánchez. El país ya había mostrado su intención de hacerlo meses antes.
El fracaso de Sánchez también queda patente también con el caso omiso de la Comisión Europea a sus peticiones, exceptuando al socialista Josep Borrell. En febrero, Sánchez y el primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, pidieron en una carta a la Comisión que actuara «urgentemente» en Gaza. También «una evaluación del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea e Israel». Pero Europa no se ha posicionado con Sánchez, ni ha revisado sus relaciones con Israel de manera mayoritaria.
España, Noruega e Irlanda elevarán así a 146 el número de Estados miembro de Naciones Unidas que reconocen al Estado de Palestina. Israel ha criticado todas estas decisiones y ha afirmado que tendrán un impacto negativo sobre la región. Su respuesta ya ha sido llamar a consultas a sus embajadores en estos tres países.
