Como todos los años, el ministerio del Interior diseña un plan especial de vacaciones para reforzar el dispositivo de seguridad en los centros de llegada de turistas.
Especialmente se pretende dar atención a las zonas de playa, donde los niveles de saturación de visitantes hace necesario que la presencia policial sea mayor.
A este plan se le conoce como operación “verano seguro” y, según los datos de Interior para el ejercicio de 2017, la presencia policial se reforzará en las zonas de mayor afluencia de visitantes con 2.623 policías y guardias civiles más. Y es un dato cierto. Pero en la explicación del plan no cuentan la falta de policías y guardias causados por las vacaciones veraniegas.
Mientras que se mueve a 2.623 agentes, durante los meses de julio, agosto y septiembre, más de 20.000 policías y 25.000 guardias civiles estarán de vacaciones cada mes. Por lo tanto, el desplazamiento de agentes no cumplirá con su objetivo de reforzar la seguridad.
En el convenio que regula las vacaciones de los agentes de la Policía Nacional se establece que: “Las vacaciones se disfrutarán preferentemente durante los meses de julio, agosto o septiembre, con carácter general el número máximo del personal que pueden disfrutarlas simultáneamente será de 1/3, no obstante se procurará que la proporción del número de funcionarios que disfrute vacaciones en cada mes guarde sintonía con las necesidades de la prestación de los servicios”.
La situación se hace muy complicada en lugares de playa como Estepona, Benidorm o Marbella, donde las plantillas policiales tienen entre 200 y 300 efectivos de plantilla. En estos lugares los refuerzos oscilan entre las 15 y las 22 personas, pero a la vez se van de vacaciones entre 70 y 100 efectivos, quedando el cuerpo muy mermado en momentos en los que la población se multiplica hasta por cinco.
En ciudades como Madrid, donde los efectivos policiales ascienden a 20.000 agentes, durante los meses de julio y agosto disfrutan sus vacaciones un tercio de la plantilla cada mes, con lo que quedan poco más de 12.000 efectivos en el momento de mayor afluencia de turistas.
Esta situación se ve agravada si consideramos que España se encuentra en el nivel 4 de alerta terrorista que ocupa a gran parte de los agentes disponibles.
La Gaceta se ha puesto en contacto con varios sindicatos policiales que coinciden en asegurar que la seguridad está garantizada aunque los efectivos policiales disfruten de sus vacaciones. Sin embargo, coinciden en señalar la necesidad de que los responsables de Interior sepan optimizar los recursos disponibles y emplear la mayor parte de ellos en labores de seguridad ciudadana.
Sin embargo, fuentes policiales consultadas por este diario aseguran que la única solución para garantizar la seguridad pasa por sobrecargar de oras y funciones a los agentes disponibles y que debería arbitrarse un modelo de turnos vacacionales que se ajuste a las necesidades veraniegas. Y que esto pasaría por dotar las 20.957 plazas que están sin cubrir en la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Y es que, como recoge el Boletín Estadístico de las Administraciones Públicas, la Policía Nacional debería tener 77.188 agentes activos, pero tiene 11.347 vacantes; y la Guardia Civil necesitaría cubrir los 9.610 puestos que tiene sin asignar para tener una plantilla completa que debería ser de 85.359.
Alguna publicidad valiente y la ayuda desinteresada de muchos lectores como tú han hecho posible esta noticia. Conoces nuestra línea editorial, a contracorriente de la ideología dominante y desacomplejadamente comprometida con la dignidad humana, la unidad de España y la identidad de Europa. No es fácil ni es barato sostener un medio de comunicación que beba de estos postulados, siempre contra los más poderosos. Por eso te pedimos que nos ayudes con una aportación, que formes parte de nuestro proyecto, que ayudes a que sigamos incordiando al Poder. Puedes hacerlo de varias maneras, infórmate aquí.
