La embajada española en Washington ha recibido en los últimos días varios paquetes en cuyo interior había excrementos, un hecho insólito que ha puesto en alerta tanto a las autoridades diplomáticas españolas como a los servicios de seguridad estadounidenses, según adelanta The Objective. Este tipo de envíos, inusuales en una ciudad con medidas de seguridad tan estrictas como la capital norteamericana, ha obligado a reforzar la protección de la sede diplomática y de otras oficinas vinculadas a España en la ciudad.
Los paquetes, de pequeño tamaño y enviados de forma anónima, no incluían aparentemente amenazas explícitas ni mensajes reivindicativos, según han confirmado fuentes diplomáticas. Sin embargo, el carácter perturbador del contenido ha generado inquietud tanto en el equipo de la embajadora Ángeles Moreno como en el propio Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid.
La llegada de estos sobres se produjo poco después del encuentro que mantuvo el ministro José Manuel Albares con su homólogo estadounidense, Marco Rubio, en el Departamento de Estado. Aunque no se puede establecer una relación directa, en el entorno diplomático se barajan hipótesis que conectan estos envíos con el posicionamiento reciente de España a favor del reconocimiento internacional de Palestina.
Este contexto se ve agravado por un suceso ocurrido pocas horas antes del citado encuentro entre Albares y Rubio: el asesinato de dos miembros de la embajada israelí en Washington, junto al Museo Judío. El ataque, que fue calificado como acto terrorista, estuvo acompañado de proclamas a favor de Palestina por parte del atacante, lo que ha llevado a algunos analistas a vincular la ofensiva contra la delegación española con una posible reacción en ese marco geopolítico.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha evitado por ahora hacer declaraciones oficiales. Consultados por este diario, ni la Oficina de Información Diplomática ni un portavoz de la embajada española en Estados Unidos han querido aclarar cuántos paquetes han llegado, si han sido entregados a las autoridades norteamericanas o si se han activado protocolos específicos de seguridad.
