Cogam, la principal asociación del lobby LGTBI en Madrid, ha emitido un informe en el que señala que el 35% de los alumnos en Madrid muestra «prejuicios» hacia el «colectivo», «un 20% más que hace cuatro años», dicen. Horas de propaganda en los medios de comunicación, bancos por toda España y buzones de Correos con la bandera LGTBI «para sensibilizar y visibilizar» a gays, lesbianas y «trans», mientras se promociona la inmigración masiva ilegal de culturas que sí discriminan —y castigan severamente— la homosexualidad… y ¡sorpresa! los datos —si nos creemos el informe— son peores.
La alianza entre lobby LGTB y el islamismo, dos de las grandes banderas del progresismo, que comparten a su vez su odio a la civilización cristiana, es frágil. Porque son incompatibles. ¿Puede andar un homosexual tranquilo por Molenbeek o por Saint Denis, barrios europeos convertidos en zonas no-go, donde impera la delincuencia y hay ausencia total de ley nacional? La respuesta es no.
Mientras hay culturas que sí les persiguen, el lobby pone el foco en la «extrema derecha» y en la estigmatización de sus votantes. Ataques a Fratelli en Italia, al partido de Le Pen en Francia o a VOX en España. «Detrás (de la formación liderada por Santiago Abascal) está el viejo fantasma de la España del pasado, su intolerancia, el sufrimiento, la imposición de su ideología y creencias (sic)», se publicó en la página web Cogam en octubre de 2021. Y reclaman más subvenciones. Tras la publicación de su informe, que fue presentado por la ministra de Igualdad, Irene Montero, Cogam reclamó «el despliegue de los recursos necesarios» para facilitar «el desarrollo ‘real y efectivo’ de la ley LGTBI en Madrid».
La entidad, declarada de «utilidad pública» en el Boletín Oficial del Estado durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, vive de las subvenciones públicas concedidas por la izquierda y por el PP, que no duda en celebrar la fiesta del lobby. «El amor debe ser siempre sinónimo de respeto. ¡Feliz día del #OrgulloLGTB!», tuiteó la formación —ya dirigida por Alberto Núñez Feijoo— en junio del año pasado.
En 2017, el 66% de los ingresos de Cogam procedían de subvenciones —tuvo ayudas por valor de 285.945 euros—. Ellos lo justificaron diciendo prestan un «servicio» a un colectivo «discriminado». En 2021, el porcentaje ascendió a más del 80%. Recibió 284.952 euros en concepto de «subvenciones imputadas al excedente del ejercicio» (cifra muy similar a la de 2017) y declaró 345.178 en total… aunque en su página web se agradece «la solidaridad de sus socias, socies y socios (…) para llevar a cabo las actividades y reivindicaciones necesarias para las personas LGTB+».
Al tiempo que reciben ayudas públicas imponen la discriminación por cuestiones políticas e ideológicas. La organización impuso un «cordón sanitario» a VOX en un foro LGTBI previo a las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid en mayo de 2021. El «debate» contó con la participación del PP.
