La Generalidad inicia una nueva ofensiva por el catalán y en detrimento del español a horas de las elecciones. El Servicio Catalán de la Salud aplicará una nueva instrucción con una serie de normas dirigidas a imponer el uso del catalán en el sistema sanitario de la región. La principal es la obligación de crear un puesto de responsable lingüístico en los hospitales para garantizar el uso del catalán y no permitir el español.
La norma entre en vigor el 3 de junio e impone a «las entidades encargadas de la gestión de centros integrados en el SISCAT», la designación de «un profesional referente del centro, a quien corresponde su coordinación en materia lingüística».
Estos vigilantes y chivatos de la Generalidad valorarán «el grado de cumplimiento de las obligaciones en el ámbito lingüístico». Es decir, que los profesionales sanitarios hablen catalán y no español, lo que obligará también a los pacientes a utilizar la lengua minoritaria en la región.
También será su responsabilidad acreditar «el nivel de formación adecuada a las funciones desarrolladas de acuerdo con la normativa en materia lingüística que les sea aplicable». Así, los profesionales que no aportasen en su día el título de catalán obligatorio, tendrán que hacerlo «en un plazo breve» o perderán los trabajos.
