La provincia de Ciudad Real sigue en caída libre en cuanto al número de nacimientos. Y esa tendencia encadena ya 12 años de bajadas en las cifras de natalidad.
Hay que remontarse hasta 1975 para encontrar una cifra similar de nacimientos a la que ha tenido lugar durante el año 2022. Y lo peor está por llegar, porque las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística para este año 2023 sitúan la caída de la natalidad en un 5% con respecto al 2022, que fue el peor año de toda la serie histórica en democracia.
Pero la crisis demográfica no se da sólo en la provincia de Ciudad Real. Según el INE, son 24 de las 52 provincias las que están presentando descensos significativos en los nacimientos año tras año, agravando una despoblación que ya ni la inmigración logra frenar.
Porque los datos del INE para la provincia de Ciudad Real muestran que el año pasado nacieron también menos niños de madres europeas, africanas o asiáticas. Sólo las madres americanas, sobre todo colombianas, peruanas y venezolanas, sostuvieron la cifra de nacimientos.
Por otra parte, el INE también refleja el aumento en la edad para ser madres. En los datos ofrecidos se muestra que seis de cada diez madres tenían entre 30 y 39 años. Aunque este pasado 2022 fueron más de 300 las madres con más de 40 años.
Más muertes que nacimientos
A estas cifras de nacimientos, el año pasado 3.339, hay que añadir la cifra de defunciones, 5.415 en 2022. Juntas se comprende mejor la gravedad del problema para una provincia como Ciudad Real que no ha tenido nunca una gran densidad de población.
Desde 1.975 se han sucedido muchos gobiernos, muchas políticas puestas en marcha para frenar un invierno demográfico que cada año agrava su situación. Todas ellas, a la luz de los datos estadísticos, inútiles para atajar el problema de despoblación en la provincia de Ciudad Real, y en la mitad de las provincias de toda España.
