La organización juvenil Revuelta ha conseguido acumular más de 1.000 toneladas de ayuda para los damnificados por la gota fría que ha arrasado sobre todo Valencia y otras zonas de España.
El miércoles pasado, apenas unas horas después de que la catástrofe estallara, estos jóvenes comenzaron a organizarse. Desde primera hora de la tarde, y a través de un llamamiento en sus redes sociales, empezaron a recibir ayuda en Madrid y en Valencia. Por la tarde, ya habían establecido puntos de recogida también en Toledo y Barcelona.
Desde ese día, la ayuda no ha parado de llegar a la nave que tienen ahora habilitada en el polígono industrial de Arganda (Calle del Olivo, 28). Miles de voluntarios han colaborado durante estos días con ellos, la mayoría jóvenes unidos por un objetivo común: la solidaridad para con el pueblo valenciano.
Su llamado ha corrido como la pólvora por X e Instagram, donde a diario actualizan el material que necesitan e informan de cómo se ha conseguido transportar toda la ayuda a las zonas más afectadas.
«Por Arganda han pasado más de 1.000 toneladas; están llegando constantemente camiones, tráileres, furgonetas… En un tráiler caben alrededor de 30 palé, que es una barbaridad, y por aquí han pasado más de 100 tráileres», detalla a LA GACETA Elsa Almeda, una de las chicas de la organización.
Pese a que no tenían experiencia en labores de distribución de estas dimensiones, su colecta ha conseguido ser el mayor centro logístico de envío de ayuda a Valencia de España. «Empezamos el martes siendo ocho amigos de entre 20 y 25 años, nos hemos visto desbordados», añade Almeda.
Pese a las restricciones a la circulación que desde la Generalidad Valenciana se han impuesto en los últimos días, Revuelta asegura que «todo lo que han mandado ha llegado» a su destino. «Algunas cosas han tardado más. Ayer (domingo), por precaución y por la alerta roja, pedimos a los conductores que hicieran noche en Albacete o similar para no ponerles en riesgo, pero durante la primera hora de la mañana ha llegado toda la ayuda», incide la organización.
Además de la ayuda de los españoles, Revuelta ha recibido el soporte de bomberos, policías y militares que, a título personal, les han orientado en las tareas que menos conocían. Eso sí, recalcan que no han recibido ningún soporte de autoridades del Estado.
Además del punto de recogida principal en Arganda, Revuelta también gestiona una nave industrial en Silla (Calle de la Costera), una de las localidades más afectadas por el paso de la lluvias. «Es como diez veces más grande que esta. Está a reventar y con muchísimos voluntarios que han ido para allá para distribuir todo a los pueblos más afectados. Nos llegan testimonios de personas concretas que necesitan cosas específicas y nosotros lo estamos llevando directamente a ellos», detalla Almeda.
Aunque en los primeros días también recogían ropa y comida, lo que más necesitan ahora son productos relacionados con higiene y limpieza: «Lo primordial ahora es que la gente pueda limpiar sus casas y despejar las calles, y prevenir el riesgo sanitario». Por ello insisten en que necesitan sobre todo cubos, palas, motosierras, mascarillas, guantes, gafas de protección y guantes.
Pese a la heroica labor que gestionan desde Madrid —en Valencia casi todo el mundo sabe que buena parte de la ayuda procede de Arganda—, han sido señalados por algunos medios de comunicación como una «organización neonazi» e incluso se les ha acusado de alentar el linchamiento que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sufrió el domingo en Paiporta.
«Intentan culpar a otros del descontento que hay hacia Pedro Sánchez, pero es la realidad. Cualquiera que vaya a Paiporta o a alguna de las zonas afectadas y pregunte a los vecinos, verá realmente el sentir de los españoles. Es indignante que nosotros, los ciudadanos, seamos lo que estamos gestionando la ayuda y que desde el Estado no se faciliten ayudas para todos estos valencianos que están en peligro», denuncia Almeda.
Preguntada por si les preocupa que la desinformación que se está vertiendo sobre ellos en algunos medios pueda afectar a la cantidad de material que reciban, Almeda lo niega de forma tajante: «La gente en Valencia sabe lo que estamos haciendo y está encantada. Son sólo los medios los que hacen esto. La gente está volcada, de todos los partidos políticos, de todas las ideologías, están aquí para ayudar».
