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La Policía detiene a tres argelinos en Baleares por robos, agresiones y amenazas de muerte

Un coche de Policía Nacional. Europa Press
Un coche de Policía Nacional. Europa Press

Fuentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) confirman a este medio la detención de tres argelinos de 20, 24 y 34 años de edad sobre los que pesaban numerosos delitos e incluso una orden de búsqueda policial en Palma (Mallorca).

Los hechos tuvieron lugar pasado el sábado 21 por la tarde, día en el que entró una llamada a la sala del 091, en la que desde un establecimiento situado en la barriada de Son Gotleu se denunciaba que había un joven de aspecto magrebí amenazando a los trabajadores con un destornillador en el cuello.

Una vez en el lugar de los hechos, los agentes de la Policía Nacional tomaron declaración a los allí presentes, manifestando los mismos que un varón se había personado en el lugar amenazándolos de muerte con un destornillador en el cuello para que retirasen una denuncia que habían interpuesto contra un amigo suyo.

Acto seguido los agentes activaron un dispositivo de búsqueda a través del cual procedieron a localizar en los alrededores del establecimiento al sospechoso, procediendo a su identificación y detención por un delito de amenazas graves y obstrucción a la Justicia.

Momentos más tarde, los mismos agentes pudieron observar a uno de los trabajadores del establecimiento envuelto en una discusión con otro varón, también de origen argelino. Tras la personación nuevamente de los agentes, este trabajador confesaba que dicho sujeto «le había amenazado de muerte» y que le había dicho que «cuando cerrara el local le iba a cortar el cuello», según confirman a este medio fuentes policiales.

Los efectivos policiales procedieron a la identificación de este otro sospechoso, momento en el que este aprovechó para coger un teléfono móvil de sus pertenencias para tratar de desprenderse del mismo dándoselo a otra persona que se encontraba en las inmediaciones. Los agentes intervinieron el terminal tras un breve interrogatorio en el que el detenido no pudo demostrar que era de su propiedad.

Tras consultar las bases de datos, los agentes pudieron comprobar que sobre este segundo sujeto pesaba una orden de búsqueda policial por un delito de allanamiento de morada, por lo que los agentes procedieron a su puesta a disposición judicial por dicha reclamación policial y un delito de amenazas graves.

Mientras se estaban llevando a cabo los hechos descritos, una persona que se encontraba entre la multitud que se había agolpado en las proximidades del lugar de los hechos comenzó a proferir insultos contra el trabajador del establecimiento que había denunciado los hechos. Manifestando dicho trabajador que se trataba del varón que previamente había sido denunciado por amenazas graves y por el cual estaban sacando la cara los otros dos detenidos para que retirasen la denuncia.

A este último sujeto, también de nacionalidad argelina, le constaba en vigor una orden de alejamiento y comunicación por cualquier medio contra la víctima, manifestando el mismo que era consciente de ello, pero que acudió al lugar porque «le habían llamado sus amigos». Hechos por los que se llevó a cabo su inmediata detención como presunto autor de un quebrantamiento de medida cautelar, además de la denuncia previa que pesaba sobre él susodicho.

Según la información a la que ha tenido acceso La Gaceta de la Iberosfera, este último sospechoso, que en realidad había sido el causante de todo, fue detenido el jueves 19 por un delito de daños y quebrantamiento de medida cautelar, el viernes 20 por un delito de amenazas graves y el sábado 21 nuevamente por quebrantar la orden de medida cautelar, como se expone con anterioridad.

Sobre los tres sujetos pesan numerosos antecedentes policiales y, según las diligencias consultadas por este medio, accedieron ilegalmente a Baleares el año pasado a través de la ruta argelina. Los agentes aseguran que desde que se han intensificado las entradas ilegales al archipiélago «los delitos cometidos por argelinos no han parado de aumentar».

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