El procés ha entrado en una fase crítica: ¿Busca el separatismo ‘un muerto’? Para periodistas históricos como Gregorio Morán, Luis María Ansón o Victoria Prego, hay colaboradores del Govern que «solo creen en la sangre para provocar la remontada».

El ambiente en Cataluña se caldea por momentos. El político pero también el social. En sólo una semana han aparecido carteles de las CUP pidiendo “señalar” al discrepante, se está pidiendo boicotear a ‘El Periódico’ desde ayuntamientos de ERC, ha aparecido un cartel de ‘SE BUSCA’ con la cara de Jordi Évole e incluso una mujer ha pedido “una violación en grupo” para Inés Arrimadas. El bochorno del día de ayer en el Parlament (también en el exterior de la cámara) no servirá precisamente para calmar los ánimos.

Lo cierto es que diferentes analistas han ido durante estos días sumándose a la tesis de que el separatismo busca “víctimas mortales” que sirvan de dinamizadores de un causa que ha llegado a la fase final del desafío en peores condiciones de lo que que preveían. Según el director del portal catalán ‘E-Notícies’ Xavier Rius, Puigdemont busca desesperadamente la atención internacional: “parece que la única estrategia del Gobierno catalán pase por organizar el referéndum como sea, que el Estado lo prohíba, que haya follón y que entonces puedan decir a Europa: ¿Veis?”. Y reconoce que quizá el Govern “desee una víctima”. Le preocupa “el lenguaje militar” que empieza a exhibir el proceso y recuerda que un exalto cargo de la Generalitat decía este verano que estaban listos para «el combate”. Y que Marta Pascal, la número dos del PDECAT, comparó a los consejeros cesados con “soldados del PDECAT”. Los separatistas, a su juicio, “buscan la foto. Casi sueñan con ello”.

Sin salir de Barcelona, Gregorio Morán, el histórico columnista de La Vanguardia, también advertía la necesidad de obtener “un muerto” que pueda servir de mártir al separatismo y revitalice un proyecto que, según las encuestas, ha perdido apoyo social. «Un muerto salvaría a Cataluña, es el lema escondido entre los conspiradores de esta farsa”, escribía hace algunas semanas.

Hoy Morán confiesa en una entrevista que sabe de “una autoridad de la Generalitat” que es de la opinión de que la sangre independentista espolearía un procés cada vez más decadente. El columnista advierte un “ambiente enrarecido”, “un aire de violencia y no se sabe hasta que graduación va a llegar”. Y describe la lógica que ahora mismo siguen las fuerzas separatistas: “están en una bicileta a piñon fijo, como se decía antiguamente, y por lo tanto pedaleas o te caes”.

‘No les importaría que hubiera un muerto, o varios’

Otra veterana periodista, Victoria Prego, adjunta al director de El Independiente, hace un análisis muy similar. Coincide incluso con la presunta estrategia independentista de buscar mártires para la causa:

“Los secesionistas buscan la movilización en las calles, las manifestaciones de protesta, el enfrentamiento con la Policía y, a ser posible, con la Guardia Civil. (…) Les bastará con enfrentamientos callejeros y les sería muy conveniente que hubiera víctimas de distinta consideración, si hay herido graves, mejor. Y me atrevo a decir que tampoco les importaría que hubiera algún muerto, o varios, porque en ese caso ya tendrían una fecha grabada con sangre en el imaginario independentista: la segunda Semana Trágica de Barcelona”.

La razón de tal estrategia es, para Prego, “poder nutrirse de la energía perdida con el fracaso, víctimas que vuelvan a insuflar a la causa perdida el empuje imprescindible para salir adelante y, con esa bandera, mejor si está bañada de sangre, presentarse a unas inmediatas elecciones y concitar el apoyo masivo de una sociedad rebosante de ira después de haber sido dramáticamente golpeada por el poder”. En tales condiciones, explica, el independentismo volvería a ganar, incluso por mayoría absoluta.

A estas alturas, escribe Victoria Prego, el riesgo para el Estado no está en lo que pueda ocurrir en el Parlament, tampoco en la gestión judicial de la sedición, sino “en las calles” de Cataluña: “entre quienes manifiestan su protesta y su frustración por el fin de un sueño que les habían asegurado que era una inminente realidad, habrá gentes que busquen una tragedia”. Y si tal cosa ocurriera, advierte, “constituiría un golpe irrecuperable contra España”.

‘Algunos ya trabajan’ para lograr ese muerto

El antiguo director del diario ABC y después de La Razón, Luis María Ansón, desvela el martes una información que abunda en la misma tesis: el mundo separatista busca un muerto que actúe “como símbolo”. Según le llega al veterano periodista, “Carles Puigdemont hará lo que haga falta para remontar”, y la única manera de lograrlo a estas alturas es “que algún muerto estimule la reacción popular”. Un muerto, o varios, en alguna manifestación pública, “y la Diada está en puertas”. Se trataría, no de una desgracia fortuita sino de una estrategia deliberada que circula entre los “colaboradores” de Puigdemont: “algunos maquinan ya en este sentido, y de la actual política catalana, que ha perdido el sentido de la medida, se puede esperar cualquier cosa”.

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