Los vecinos de la ciudad cacereña de Trujillo se quejan de la construcción de la fundición de la empresa Diamond Foundry Europe, dedicada a la fabricación de diamantes artificiales y uno de cuyos accionistas es Leonardo DiCaprio. En concreto, los habitantes están descontentos con las 22 torres eléctricas cuyo objetivo es llevar electricidad a la fábrica, que se elevan a 900 metros de una muralla árabe del siglo X y tapan la vista del paisaje.
La fábrica habrá creado 120 empleos directos hasta noviembre de 2024, que aumentarán hasta los 300 cuando acabe su construcción en 2027. Los vecinos afirman, por tanto, que están muy satisfechos con la llegada de esta industria y que el único problema que tienen es estético. Han propuesto al ayuntamiento solicitar el soterramiento de los cables eléctricos, aunque la alcaldesa, Inés Rubio, explicó en la última reunión con los vecinos que esta no es una posibilidad real por la envergadura del proyecto.
La propuesta empresarial está «declarada de interés público» por la Junta de Extremadura por el volumen de empleos que supondrá para la región, y además el Gobierno autonómico solamente tiene competencias para las autorizaciones medioambientales, que ya han sido declaradas favorables.
La empresa, por su parte, ha destacado que esta fábrica será uno de los primeros proyectos a nivel mundial con todo su suministro eléctrico producido únicamente por energía solar.