Maxim acudió a manifestaciones de la formación animalista PACMA por la «abolición de todos los festejos taurinos».
El nuevo ministro de Cultura y Deporte, Maxim Huerta, odia el deporte y es un reconocido antitaurino. «No me gusta mucho ver sufrimiento mezclado con aplausos», respondió en su red social en 2010 a un internauta que le preguntaba su opinión sobre la tauromaquia.
Insinuó la prohibición de este arte, una tradición muy arraigada en nuestro país, que defendieron autores como Antonio y Manuel Machado o Federico García Lorca y que produce un impacto económico anual de 1.600 millones de euros, acudió a manifestaciones de la formación animalista PACMA por la «abolición de todos los festejos taurinos» y se fotografió rompiendo una lanza contra el Toro de la Vega.
La Fundación Toro de Lidia (FTL) ha enviado una carta al ministro en la que se ha pone a su «inmediata disposición» para ofrecerle claves e información sobre el mundo del toro y enseñarle su riqueza cultural y su fuerza social, y muestra su seguridad en que, pese a no ser muy aficionado, «no va a ser un obstáculo para trabajar juntos en el impulso y mejora de la tauromaquia».
En la misiva, firmada por el presidente, Vitorino Martín, asegura que están convencidos de que el interés general y el desempeño profesional primarán sobre los gustos personales ante una expresión cultural como la tauromaquia, «incluida en la protección que la Constitución otorga al hecho cultural, como recordaba recientemente el Tribunal Constitucional».
La FTL, que representa a un conjunto de «más de medio millón de personas», ha dicho al ministro que siempre va a encontrar en ellos un «colaborador leal» en una industria que «necesita apoyo y también mejoras y cambios».
En declaraciones a La Gaceta, el portavoz de la FTL, Chapu Apaolaza, se ha mostrado seguro de que Maxim Huerta trabajará para que «no se menoscabe el gusto cultural de la mitad de la población» y ha recordado que la tauromaquia, en cualquiera de sus versiones, forma parte del «patrimonio cultural español y como tal debe ser defendida y atendida». «Seguro que la libertad está por encima del gusto», ha añadido.
