Mossos d’Esquadra y Policía Nacional se han desplegado desde primeras horas de este lunes en la estación de tren de Sants de Barcelona, uno de los puntos calientes donde se pueden producir incidentes tras conocerse la sentencia del «procés» y donde se ha cortado el acceso a la línea 5 del metro.
La policía, que ha blindado el recinto, ha separado en dos partes el interior de la estación y ha instalado vallas para diferenciar el acceso a la línea de larga distancia y AVE y al servicio de cercanías.
Los pasajeros que van a coger un tren de larga distancia o un AVE tienen que enseñar el billete en la puerta de la estación, sin el cual no tienen permitido el acceso al recinto.
Los que van a cercanías pueden entrar y salir de la estación, pero no pueden acceder a la zona de alta velocidad.
Esta situación ha provocado colas de pasajeros en la entrada de la estación y que los taxis tampoco puedan acercarse a los accesos de la misma.
Para acceder al metro, los viajeros tienen que utilizar la entrada de la calle Numancia, ya que los Mossos han pedido a Transportes Metropolitanos de Barcelona que cerraran la conexión con el metro desde la estación.
Precisamente ayer un centenar de personas protagonizaron una ‘sentada’ en el vestíbulo de la estación de Sants, como ensayo a la respuesta que el independentismo preparada en respuesta a la sentencia a los líderes del «procés».
Los manifestantes estuvieron una hora en la estación hasta que los Mossos d’Esquadra los desalojaron.