Elche ha tomado cartas en el asunto para prevenir riesgos asociados a futuras lluvias torrenciales. El alcalde de la ciudad, Pablo Ruz, del Partido Popular (PP) y en coalición con VOX, ha ordenado la limpieza de cauces y barrancos, pese a que esta competencia corresponde al Ministerio para la Transición Ecológica y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Según el regidor, esta decisión ha sido motivada por la «inacción y desidia» de las autoridades nacionales frente a las reiteradas solicitudes del municipio.
La acción se inició en puntos críticos como el barranco de San Antón, que no había sido intervenido en más de diez años. Ruz señala que la acumulación de cañas, residuos y maleza supone un grave peligro de obstrucción en caso de lluvias intensas, y asegura que el Ayuntamiento ha decidido actuar con recursos propios para evitar posibles catástrofes. «Estamos haciendo algo que no nos corresponde, pero no podemos permanecer de brazos cruzados», afirmó en un vídeo difundido a través de sus redes sociales y adelantado por El Debate.
Durante una visita al barranco de los Arcos, en la pedanía, Ruz estuvo acompañado por Cayetano, un vecino afectado, quien expresó su frustración por la falta de respuesta a los múltiples escritos enviados a las confederaciones del Júcar y del Segura. «Es un auténtico tapón. Llevamos años esperando, pero no hemos recibido respuesta», denunció el residente.
El alcalde advirtió que esta situación requiere un cambio urgente. Pidió al Gobierno central que, en caso de no asumir su responsabilidad, transfiera las competencias junto con los fondos necesarios para garantizar el mantenimiento de los barrancos. «El silencio y la pasividad son inaceptables. Nosotros estamos dando un paso adelante porque el bienestar de los ciudadanos está en juego», declaró.
La reciente DANA que azotó con fuerza la Comunidad Valenciana ha encendido las alarmas en varios municipios, y Elche ha decidido no esperar a las lluvias. Las imágenes compartidas por Ruz muestran el estado de abandono en el que se encontraban los cauces, con una vegetación desbordante y basura acumulada que podrían agravar cualquier episodio de precipitaciones extremas.
Esta medida del gobierno local, liderado por la coalición PP-VOX, ha generado tanto apoyo como controversia, al situar en el debate público la necesidad de revisar las competencias y recursos destinados al mantenimiento de infraestructuras críticas en los municipios.
