El diputado de ERC Gabriel Rufián ha confesado este jueves en el juicio del «procés» que le «chirría» que se diga que la manifestación del 20 de septiembre de 2017 frente a la Conselleria de Economía fuese «una rebelión» porque pudo irse a merendar, algo que no se hace en las revoluciones.
Rufián, que ha testificado en el juicio que celebra el Tribunal Supremo, ha explicado que aquel día él no percibió violencia en la protesta frente al edificio, donde se estaba practicando un registro.
Según el diputado, que acudió ese día a la protesta tras asistir a la sesión de control al Gobierno en el Congreso, en el 20S «se hacían cánticos pacíficos en catalán y parlamentos», había «muchísima gente» y también Mossos d’Esquadra.
Tras intentar sin éxito entrar al edificio -ha continuado el testigo- decidieron abandonar por un momento la concentración para salir a comer algo.
«Me chirría que se dijera que aquello era una rebelión o un tumulto peligroso, porque yo fui a comer, yo fui a merendar y yo creo que en una revolución a merendar va poca gente», ha señalado ante la advertencia del presidente del tribunal, Manuel Marchena, de que «no valore» al estar «como testigo en una sala de justicia».
Rufián, que ha tachado de «fake news» que la secretaria judicial tuviese que salir por un edificio adyacente ante la cantidad de gente concentrada, también se ha pronunciado sobre el referéndum del 1 de octubre, declarado ilegal.
Preguntado por el letrado de Oriol Junqueras si tenían la sensación de que iba a producirse violencia aquel día, ha manifestado: «Nosotros entendíamos que nos enfrentábamos a gente con enormes carencias democráticas, pero jamás frente a salvajes, porque es una salvajada golpear a la gente porque vota».