En España hay 51 brotes de casos de coronavirus sin cerrar, aunque el Ministerio de Sanidad considera preocupantes sólo once de ellos, sobre todo los de Huesca, Lleida, Valladolid, Málaga, Murcia y Galicia.
Ocho días después del fin del confinamiento, la mayor parte de los focos detectados por Sanidad no son de importancia y en la mayoría de los casos los positivos son asintomáticos, ha indicado el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernado Simón, quien ha avanzado que estas cifras van a ir cambiando en los próximos días.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha aclarado que espera que no haya que afrontar un nuevo confinamiento general si la ciudadanía sigue las normas, pero no descarta confinamientos selectivos en bloques de viviendas, empresas o cualquier otro edificio.
Así se ha hecho en Santander, donde un centenar de personas se encuentran aisladas en sus domicilios tras el brote detectado en un edificio de viviendas, que ha sido puesto en cuarentena.
En este sentido, el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, no descarta el confinamiento de varios municipios si empeora el brote activo que ha dejado 32 positivos en Beniel, Santomera y Murcia y cuyo origen son tres viajeros procedente de un vuelo de Bolivia.
A juicio de López Miras, el rebrote importado del país latinoamericano demuestra que los controles en aeropuertos son «completamente ineficaces» y ha pedido al Gobierno central que se implante la obligación de realizar pruebas PCR en origen a los viajeros que vuelven a España.
BROTES SIN CERRAR
En España hay 51 brotes sin cerrar, pero preocupan al Ministerio de Sanidad 11 de ellos.
Uno es el surgido en tres comarcas de Huesca, en el que se han diagnosticado alrededor de 250 positivos, si bien «parece que evoluciona bien» y solo el 10 % de los afectados presenta síntomas y está en aislamiento, mientras que la mayor parte del resto no tienen sintomatología y son infecciones ya resueltas, ha dicho Simón.
La Dirección General de Salud Pública de Aragón detectó ayer 15 nuevos casos de coronavirus en Aragón, 33 menos que en la jornada anterior. Se están estudiando los nuevos positivos para establecer su vínculo con los casos ya conocidos de las comarcas de Bajo Cinca, Cinca Medio y La Litera y Bajo Aragón-Caspe.
Este brote tiene «muchas similitudes» con el registrado en Lleida y también relacionado a temporeros, e incluso por su proximidad geográfica existen «dudas» de si pueden estar relacionados, ha precisado Simón.
En Lleida los brotes detectados, que han dejado entre el viernes y el lunes 131 positivos, están controlados y la sintomatología de los pacientes positivos es leve en general, si bien está costando que algunos afectados mantengan la cuarentena por su necesidad de trabajar para subsistir.
En ambos casos se trata de temporeros que «desgraciadamente están viviendo en unas condiciones muy malas», pero el epidemiólogo ha descartado que el vínculo con la infección sea precisamente el trabajo que desarrollan.
Andalucía es otra de las comunidades más afectadas: registra diez brotes, los mismos que el domingo, pero con más contagios, 205 tras sumar 27 nuevos positivos.
El más importante es el registrado en Málaga capital, con 103 afectados, trece más que ayer, en un centro de acogida de la Cruz Roja, que está en fase de investigación.
También preocupa a Sanidad el brote del Hospital Río Ortega de Valladolid y lo hace por el tamaño, «pero son muchos asintomáticos con infecciones resueltas».
Por su parte, en Galicia dos brotes permanecen activos: uno en la comarca de A Mariña (Lugo) que afecta a 28 personas y otro en A Barbanza (A Coruña) con siete positivos.
Y en Murcia, además del brote con origen en un vuelo de Bolivia, se ha suspendido de forma temporal la actividad de una empresa hortofrutícola en El Raal, con nueve trabajadores positivos, y además cuatro de los 108 inmigrantes que llegaron ayer al puerto de Cartagena en varias pateras han resultado positivo a Covid-19 tras someterse a la prueba PCR.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha negado que los brotes detectados en España tengan relación con la inmigración y ha manifestado que cualquier intento de relacionarlos «adolece de realidad» y que ese tipo de consideraciones «pueden contener una voluntad xenófoba que hay que combatir».
ASTURIAS, LIBRE DE VIRUS
En situación bien distinta se encuentra Asturias, la primera comunidad autónoma que se ha declarado libre del virus tras haber superado la barrera de dos semanas sin registrar ningún caso positivo, si bien cinco pacientes continúan ingresados en unidades de cuidados intensivos y un sexto, en planta.
El director de Salud Pública del Principado, Rafael Cofiño, ha admitido que al haber menos virus circulante también hay un menor riesgo de transmisión, pero ha subrayado la necesidad de mantenerse alerta y cumplir con las medidas de protección en un momento en el que se ha restablecido la movilidad con otras comunidades con una mayor incidencia y en el que además podría reducirse la percepción del riesgo.
También la ciudad autónoma de Ceuta lleva dos semanas sin registrar casos.
LOS CONFINAMIENTOS SELECTIVOS, LA ÚLTIMA BARRERA
La vuelta al confinamiento general no está en los planes de casi ningún país, tampoco en los de España, que propugna el aislamiento selectivo o “quirúrgico,” como le ha llamado este lunes el ministro Illa, aplicado a una población, un barrio, una empresa o un edificio de viviendas como última barrera frente a los nuevos brotes de la covid-19 y también ante una eventual segunda ola.
La vuelta al confinamiento a causa de una crisis sanitaria sin precedentes en el último siglo se ha convertido en un tabú, dados los daños directos e indirectos que una decisión de ese tipo podría causar en unas economías diezmadas por el cierre de industrias y servicios con especial incidencia directa en el desempleo y en el aumento de la pobreza.
Ante el confinamiento generalizado, el ministro se ha referido al confinamiento “quirúrgico” como estrategia de la fase actual: “si se detecta un brote y hace falta confinar un edificio, una empresa o poner en cuarentena un bloque de viviendas, ahora son las comunidades autónomas las que tienen las competencias y el apoyo del Ministerio”, ha dicho en una entrevista en la emisora catalana Rac1.
Con este argumento, Illa ha subrayado que cree que un confinamiento general no se volverá a producir y que, ante contagios masivos, se actuará de manera selectiva, con aislamientos puntuales y concretos en los lugares afectados. Pese a todo, ha defendido la solución extrema, apoyada en el estado de alarma que se prolongó en España durante 98 días, “puesto que ha sido -ha remarcado- un arma muy eficaz”.
El ministro de Sanidad considera que todo apunta a que habrá una segunda ola de contagios masivos, y que el Gobierno se sigue preparando para hacerle, aunque en el momento actual se trata de evitar esa ola o al menos mitigar su magnitud con las medidas de seguridad: higiene, distancia y mascarillas.
También ha asegurado, no obstante, que si se diera esta segunda ola sería de una intensidad menor, porque ahora se conoce mucho más sobre el virus y sobre su funcionamiento, aunque aún hay muchas incógnitas por despejar.
MÁS DE 10 MILLONES DE CASOS EN TODO EL MUNDO
Los casos confirmados de COVID-19 en el mundo han superado oficialmente los diez millones, según la Organización Mundial de la Salud, tras sumar un millón de nuevos casos en apenas cinco días. De esos diez millones, 2,7 millones son contagios que se han registrado en Europa.
El próximo miércoles, la Unión Europea abrirá sus fronteras externas, cerradas desde marzo, pero sólo a países que considere seguros.
En esa lista inicial no figurarían Estados Unidos, que se ha convertido en el epicentro de la pandemia y el país más afectado, Rusia, Brasil ni la mayoría de los países latinoamericanos.
La OMS ha indicado que las muertes directamente atribuidas a la COVID-19 llegarán de un momento a otro al medio millón, pues ya superan las 499.600.
En España, la cifra de contagiados es de 248.970, tras 84 nuevos positivos en las últimas 24 horas.
En cuanto a las muertes, según el Ministerio de Sanidad han muerto un total de 28.346 personas -casos en los que se había realizado una prueba diagnóstica al paciente fallecido-, mientras que el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria del Instituto de Salud Carlos III estima el exceso de la mortalidad en más de 44.500 personas.