Los agentes tomaron esta decisión después de que el sistema «online» de votación para que las bases refrendaran el preacuerdo fuera atacado.

Los sindicatos de la Policía Nacional y las asociaciones de la Guardia Civil se reúnen este jueves a las 09:00 horas con el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, para firmar la oferta del Ministerio del Interior, que supone que en 2020 de media un policía nacional percibirá 561 euros brutos más al mes y un guardia civil 720 euros más, unas cantidades que serán superiores para las categorías medias y bajas, cuyos sueldos están más alejados de los de los Mossos de Esquadra.
Los agentes tomaron esta decisión después de que el sistema «online» de votación para que las bases refrendaran el preacuerdo fuera atacado. Pero, ¿qué ha llevado a sindicatos y asociaciones a aceptar la propuesta de Juan Ignacio Zoido?
– Existía una elevada probabilidad de que se repitiera un ataque de las mismas características si anunciaban la puesta en marcha de un nuevo sondeo.
– El clima interno es “preocupante”: la tensión ha explotado en las redes sociales y chats y no se han respetado los límites del civismo, la educación y, denuncian, el respeto a la legalidad. Entienden que “son momentos muy difíciles y no debemos prolongar más esta situación”.
– Reconocen que no se trata de una equiparación total con los mossos pero tampoco «migajas», y recuerdan que en el acuerdo se ha incluido una cláusula para estudiar de forma pormenorizada el reparto de esos 807 millones y si ese análisis determina que la cifra debe ser superior, el Ministerio se ha comprometido a completarla.
– “La cuerda tiene un fin y ese fin puede ser la ruptura”. Los agentes tienen en cuenta que, a rebufo de la negociación que han llevado a cabo con Interior para equiparar su sueldo al de los Mossos de Esquadra, la mayoría de los colectivos de funcionarios han levantado la voz para decirle al Gobierno que la brecha salarial con sus colegas autonómicos también se ha agrandado. Funcionarios de prisiones, de justicia, jueces, médicos, enfermeros, docentes quieren aprovechar la espita que ha abierto el preacuerdo con policías y guardias civiles.
– Llevan más de siete años con los sueldos congelados, desde las medidas impuestas en junio de 2010 debido a la crisis económica que azotaba a España. “Eternizar este acuerdo hasta el infinito, dicen, supone arriesgarse a perder la baza que ahora tenemos para seguir negociando y a que otros colectivos empiecen a conseguir parte de algo que ahora creemos que es exclusivamente nuestro”.
– La familia. Sindicatos y asociaciones recuerdan que sus agentes tienen hijos, mujeres y maridos a los que dar de comer. Era elegir entre un aumento medio mensual en sus nóminas de varios cientos de euros o “quedarse fuera de juego cuando cualquier otro colectivo lograra abrir el melón de por qué no asignarles a ellos más dinero y menos a los agentes”.
 
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