El islamista de cabecera del globalismo fue invitado al Encuentro Atman en el año 2005.
Tariq Ramadan continúa detenido en una comisaría de París. El pensador islámico, que ha recibido siempre el respaldo de buena parte de las élites europeas, está acusado por violación y por actos de violencia que produjeron una incapacidad temporal.
La primera en formalizar la denuncia, el pasado 20 de octubre, fue su antigua seguidora Henda Ayari, que contó a diversos medios de comunicación franceses cómo fue «víctima de una grave agresión sexual» por parte de Ramadán en marzo de 2012 en un hotel de París.
La mujer, que no llevó estos hechos ante la justicia durante más de cinco años por miedo a las amenazas lanzadas por el islamista, se decidió a hacerlo al calor de la campaña lanzada con ocasión de las revelaciones del productor de Hollywood Harvey Weinstein y el movimiento «#MeToo» y «#balancetonporc», en Francia.
La segunda mujer que denunció una violación por el intelectual, que en su caso ocurrió en 2009, tiene 45 años y prefirió mantener su anonimato. De acuerdo con su testimonio, publicado por los diarios «Le Monde» y «Le Parisien», el escenario tuvo varias similitudes con la primera: los hechos tuvieron lugar en el hotel Hilton de Lyon, adonde la había invitado para hablar.
Relacionado con Cebrián y Zapatero
En 2005, Juan Luis Cebrián invito a Ramadan a la Cumbre Internacional sobre Terrorismo que se celebró en Madrid. La Fundación Atman, que se había creado meses atrás, estaba controlada por el expresidente de Prisa y su mujer ejercía de vicepresidenta.
La Fundación Atman se creó como una suerte de Think Tank que en aquellos tiempos pretendía rivalizar con Faes. Su presidente era Farshad Zandi máximo ejecutivo de Trade Petroleum y cuyo nombre apareció en el caso Gescartera.
La vicepresidenta de la Fundación era Teresa Aranda, entonces esposa de Cebrián, que era el consejero delegado de Prisa. La lista de vocales incluía personajes como María José Fariñas, asesora de Zapatero, y el entonces consejero delegado de la Cadena Ser, Augusto Delkáder. Nombres como Felipe González o Leonardo Boff también aparecían en el consejo rector.
La presencia de Ramadan causó mucha polémica, pues meses antes había realizado unas escandalosas declaraciones a propósito de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. De hecho, el embajador de España en Israel, Víctor Harel y el entonces portavoz de Exteriores del PP, Gustavo de Arístegui, declinaron participar en el acto.
Los folletos informativos del evento presentaban a Ramadán como profesor visitante en el Oxford St. Antony´s College, investigador principal en la Fundación Lokahi y catedrático de Estudios Islámicos. No obstante, solo dos años antes, había admitido que pertenecía al salafismo, la base ideológica de la que se valen los grupos terroristas de medio mundo.
La figura de Ramadán
Ramadan, de 55 años, es un famoso académico musulmán y nieto de Hassan- al Banna, quien fundó, en 1920, Hermanos Musulmanes, agrupación que se ha tornado en uno de los más relevantes – y fundamentalistas – movimientos transnacionales del mundo islámico suní.
Este pensador, que está vinculado a la difusión de ideas de salafistas, es profesor de ‘estudios islámicos contemporáneos’ en la Universidad de Oxford y ha defendido en varias ocasiones la necesidad de islamizar Occidente. Asimismo, la importancia de su figura en redes sociales es más que notable: cuenta con más de dos millones de amigos en Facebok y 200.000 seguidores en Twitter.
En 1995, Jean Louis Debre, ministro del Interior francés, prohibía la entrada de Ramadán a Francia por sus vínculos con el grupo terrorista argelino GIA. Según una informa del diario Le Monde, Ramadán había organizado una reunión «en 1991 entre Aymán al Zawahiri, el número dos de Al Qaeda, y Omar Abdel Rahmán, el cerebro del primer atentado contra el World Trade Center.»
«En Palestina, Irak, Chechenia, existe una situación de opresión, represión y dictadura. Es legítimo que los musulmanes resistan al fascismo que mata al inocente», aseguró en una entrevista a un medio italiano al ser cuestionado sobre la situación en Oriente Medio.
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