El Rey Felipe VI pronuncia este domingo su tradicional mensaje de navideño en el que se dirigirá al conjunto de la ciudadanía española y que TV3, un año más, no retransmitirá.
Todas las miradas estarán hoy puestas en el jefe del Estado. La última vez que se dirigió a la Nación fue hace unos meses con motivo del desafío separatista. En aquel mensaje, el monarca quiso tranquilizar a la ciudadanía y recordar que el Estado de Derecho se defendería de las agresiones con todas las herramientas que tiene a su disposición.
El discurso navideño de Felipe VI llega tras el despliegue de una de estas armas constitucionales -el artículo 155- y después de que el separatismo haya revalidado su mayoría en las pasadas elecciones. Estos comicios fueron convocados al amparo del mentado artículo constitucional y de las negociaciones del Gobierno con el Partido Socialista.
Y su vigencia concluirá el día que se forme gobierno en la región. La aplicación del 155 ha sido tan limitada -en tiempo y forma- que cuestiones cruciales como la Educación no han sido abordadas con la serenidad necesaria. Tampoco se intervino TV3, algo que Xavier García Albiol criticó en su momento.
Una de las consecuencias de esta no intervención es que, un año más y sin que ocurra nada, la televisión pública catalana no emitirá el discurso del Rey. ‘Teleindepe’ lleva fomentando el odio a España, adoctrinando a los niños y manipulando la información desde hace años. Sin embargo, con el nombramiento de su último director, la situación se ha agudizado.
El brazo ejecutor del proceso
Vicent Sanchís ha defendido su gestión y el rigor de la televisión que dirige. El hombre del separatismo para controlar los espacios mediáticos públicos no cuenta con el respaldo del Parlament, ya que el pasado mes de abril fue reprobado por la Cámara. Únicamente sus jefes de JxSí avalaron su gestión durante aquella votación.
Los grupos políticos se quejaron entonces de la politización del medio . «Ser un fanático de la independencia, odiar e insultar a Ciutadans y ser un señor que ha vivido muy bien con la vieja CDC del 4%», definía Fernando de Páramo al director del -según sus palabras- ‘brazo ejecutor del procés’.
«Creer que se puede ser catalán y español es una rareza criminalizada en los medios públicos», indicó la diputada popular Esperanza García. Y meses después de estas intervenciones -con los millones de euros que ha conllevado- la cadena autonómica sigue retransmitiendo el odio a España y actuando como altavoz mediático del separatismo.
¿Por qué? El Gobierno del Partido Popular no creyó necesaria su intervención. Eso sí, denunciar al ABC por publicar una entrevista a Arrimadas la víspera del 21D es prioritario.
Sanchís, que es abiertamente independentista, llegó a decir que ‘’la legalidad vigente es la que emana del Parlament de Cataluña’’. ‘’Es curioso que un Ejecutivo le diga a un medio público cómo debe interpretar la veracidad, sobre todo si es el de Mariano Rajoy’’, aseguró en una entrevista en LaSexta a finales de octubre.
Críticas de la prensa internacional
El diario francés Le Monde arremetió duramente el pasado mes de octubre duramente en un editorial contra la gestión del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y contra la línea “propagandística” que ha llevado a cabo el canal público TV3.
“Los independentistas viven en una burbuja, venden ilusión (…), pero no se atreven a organizar un escrutinio regional bajo el control de la autoridad electoral española (…). Prefieren la política de lo peor”, indicó el vespertino.
“Hace meses que la televisión pública catalana aporrea con una propaganda independentista simplista y mentirosa. Y meses que recurre a una retórica victimista que quiere hacer creer, de forma grotesca, que Cataluña es víctima de un regreso de la dictadura franquista. Éste no es el caso”, concluyó.
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