La UEI estaba preparada para detener a Puigdemont, no fue necesario, pero que nadie dude que habrían cumplido su misión
Entre los agentes desplazados a Cataluña durante la Operación Copérnico, organizada para mantener el orden en esa región frente al desafío separatista, se encontraba una unidad operativa de la UEI (Unidad Especial de Intervención), el grupo de élite de la Guardia Civil. Son las fuerzas especiales más preparadas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
El cometido de este grupo dentro de Copérnico no era otro que el de proceder a la detención de Carlos Puigdemont, presidente de la Generalidad de Cataluña, si así lo hubiera ordenado la Justicia. Al final, su intervención no fue necesaria. Pero, que nadie lo dude, habrían cumplido con su misión de la manera más eficaz, con rapidez y precisión al serivicio de la Patria, como reza su lema “Celeritas et subtilitas Patrio”.
Conocidos dentro del Instituto Armado como “caras negras” por el embozo que usan en todas sus intervenciones, son poco más de cien efectivos, están mandados por un teniente coronel y se estructuran organizativamente en grupos operativos y un grupo de apoyo técnico.
La UEI es reconocida internacionalmente como uno de los mejores cuerpos de fuerzas especiales policiales del mundo. Por su historia, cuarenta años de servicio, y por sus éxitos, merece la pena conocer este grupo en profundidad.
Esta especialización de la Guardia Civil nació a finales de 1978 como el cuerpo que debía enfrentarse contra el terrorismo etarra y de los Grapo en los años en los que arreciaba la ofensiva criminal separatista vasca y de la extrema izquierda. Nacieron con el nombre de Grupo de Intervención Inmediata, pero cuatro años después fue reorganizado y ampliado en sus funciones y cambió a su actual denominación.
En sus casi cuarenta años de operaciones sus números demuestran la eficacia que les ha llevado a ser un referente en toda Europa. Con ellos se forman en técnicas de lucha contra el terrorismo, guerrilla urbana, secuestros, asaltos, operaciones de alto riesgo y protección de personalidades. Además, la UEI está encuadrada dentro de la Red Atlas de las unidades especiales de las policías europeas.
El acceso a la unidad se hace tras un proceso de selección de seis meses que solamente supera el 2% de los aspirantes, en su mayoría provenientes de los Grupos de Actuación Rápida de la Guardia Civil. Los candidatos al acceso deben ser menores de 29 años y superar una primera fase de pruebas físicas. Tras esa primera criba comienza el proceso de formación y deben superar pruebas de tiro, combate, precisión, francotirador, tiro haciendo rapel, buceo, esquí, artes marciales y técnicas de espionaje. La última fase de selección consiste en superar las técnicas de combate urbano.
Si alguien consigue pasar todo este exigente proceso de selección, que dura seis meses, ya está en los “caras negras” y comenzará una dura rutina de entrenamiento diario que consta de tiro, fase técnica y táctica y preparación física.
A partir de entonces, el miembro de la UEI pasará a formar parte de una unidad que ha desarrollado casi 400 operaciones en las que se han liberado 563 rehenes, y se han detenido a 141 terroristas y otros 500 delincuentes peligrosos.
Entre las acciones más destacadas de esta unidad de la Guardia Civil se encuentran las intervenciones en motines dentro de cárceles como ocurrió en Basauri y Ocaña en los años ochenta y Daroca a principios de los noventa. También la desarticulación de bandas de sicarios con el asalto a sus pisos francos y el desmontaje de los más importantes laboratorios de elaboración de estupefacientes.
También sus acciones en el rescate de secuestrados por la banda terrorista ETA, en los que colaboraban con los GAR, y las operaciones de combate marítimo contra las mafias de la droga.
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