Una mujer de unos 50 años ha sufrido graves quemaduras tras ser atacada con un líquido corrosivo en Bétera (Valencia) por un inmigrante marroquí que la presionó para mantener relaciones sexuales. La agresión tuvo lugar el pasado viernes en su propia vivienda, y aunque no pidió ayuda de inmediato, fue asistida dos días después en el Hospital Arnau de Vilanova en cuanto contactó con los servicios de emergencia en la madrugada del domingo.
Según fuentes jurídicas han adelantado al diario Las Provincias, la mujer había denunciado previamente al agresor por maltrato, pero no llegó a ratificar su denuncia en el juzgado de Llíria, posiblemente por temor a represalias.
El presunto atacante, que cuenta con antecedentes por delitos de lesiones y amenazas, fue detenido pocas horas después de que la víctima ingresara en el hospital. Agentes de la Policía Local y la Guardia Civil lo localizaron en la vivienda de su actual pareja en Bétera. El arresto se llevó a cabo sin resistencia, y el detenido fue puesto a disposición judicial, enfrentándose a cargos por un delito de lesiones graves.
La agresión dejó a la víctima con quemaduras severas en la espalda y el costado. Según su relato, los efectos del ataque fueron tan devastadores que perdió parcialmente la consciencia y no se percató de la gravedad de sus heridas hasta dos días después. Fue entonces cuando llamó al número de emergencias 112 para solicitar auxilio.
El Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalidad Valenciana movilizó de inmediato a los cuerpos de seguridad tras recibir la llamada. Patrullas de la Policía Local y la Guardia Civil de Bétera se desplazaron al domicilio de la víctima, mientras que un equipo de Soporte Vital Básico del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) la trasladó al hospital, donde permanece ingresada con pronóstico reservado.
Conforme al protocolo para casos de violencia de género, el centro hospitalario notificó de inmediato a la Policía Nacional. Dos agentes se presentaron en el hospital para recoger los primeros testimonios de la víctima y los médicos, y posteriormente, la Guardia Civil asumió la investigación.
La rápida intervención de las autoridades fue clave para localizar al presunto agresor, gracias a la información proporcionada por la víctima. Según el informe policial, el atacante habría utilizado salfumán, aunque aún está por confirmarse el tipo de líquido corrosivo empleado.