La izquierda ha perdido la Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares y Cantabria, donde podrá gobernar el PP con VOX, y puede perder Castilla-La Mancha y Extremadura.

Con este porcentaje del escrutinio, los socialistas pierden prácticamente todas las CCAA y tan solo mantienen el Principado de Asturias, donde están obligados a alcanzar un acuerdo con Podemos e IU, y también podría revalidar Navarra, pero María Chivite necesitaría apoyarse en Bildu y Geroa Bai.

Con el 83,73% escrutado, el PP es la fuerza más votada en las elecciones autonómicas de este domingo en la Comunidad Valenciana al obtener 40 diputados. VOX logra subir tres escaños –hasta los 13– y es la cuarta fuerza más votada, y absolutamente decisiva para un cambio en la región.

Los candidatos de VOX a la Presidencia de la Comunidad Valenciana, Carlos Flores, y a la alcaldía de Valencia, Juan Manuel Badenas, han «tendido la mano» al PP para abrir «una nueva fase en la historia», pero han advertido que la formación «no está dispuesta a hacer regalos ni a aceptar chantajes».

En Aragón, el socialista Javier Lambán pierde la presidencia. PP y VOX podrían gobernar juntos al sumar 35 escaños, uno más que la mayoría absoluta. Los populares han pasado de 16 a 28 diputados y VOX de 3 a 7 representantes.

En Baleares, por su parte, con el 81,54% escrutado, el PP obtendría 25 escaños en el Parlamento balear, seguido del PSOE con 17 parlamentarios, VOX, con 8 parlamentarios, y MÉS per Mallorca, con 4.