El expresidente Barack Obama ha expresado recientemente a sus aliados que el camino hacia la reelección del presidente Joe Biden se ha complicado significativamente. Según varias fuentes informadas sobre su postura, Obama cree que Biden debe evaluar seriamente la viabilidad de su candidatura.
Obama ha mantenido una única conversación con Biden desde el último debate, enfatizando que la decisión sobre su futuro es exclusivamente del presidente. Ha subrayado su deseo de proteger a Biden y su legado, rechazando la idea de que solo él puede influir en el proceso de toma de decisiones de Biden.
Tras bastidores, Obama ha estado profundamente involucrado en discusiones sobre el futuro de la campaña de Biden, recibiendo llamadas de numerosos demócratas preocupados, incluida la ex presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi. Según personas con conocimiento de estas conversaciones, Obama ha compartido sus preocupaciones sobre los desafíos que enfrenta Biden.
En público, Biden y sus asesores han mostrado una postura desafiante, afirmando que el presidente no abandonará la carrera. El subdirector de campaña, Quentin Fulks, aseguró que la campaña sigue adelante. «El presidente ha tomado su decisión. No está dudando en nada», declaró Fulks.
Obama se considera un asesor y caja de resonancia para su exvicepresidente, y ha comentado a sus allegados que Biden ha sido un gran presidente y protector de los logros de su administración. Sin embargo, Obama también ha mostrado preocupación por las encuestas, que se están alejando de Biden, y por la trayectoria ascendente de Donald Trump. Además, ha notado que los donantes están abandonando al presidente.
Las preocupaciones de Obama se producen en medio de una creciente ansiedad dentro del Partido Demócrata sobre las perspectivas de reelección de Biden y su posible impacto negativo en otros candidatos. Los donantes, activistas y funcionarios electos demócratas están cada vez más preocupados y buscan orientación de líderes veteranos para superar la crisis desencadenada por el mal desempeño de Biden en el debate del 27 de junio.
Pelosi ha asumido un papel activo detrás de escena, resistiendo los esfuerzos de Biden para poner fin al debate sobre su candidatura continua. Según fuentes anónimas confiesan a The Washington Post, Pelosi está trabajando intensamente para abordar estos asuntos delicados.
El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, y el líder de la mayoría del Senado, Charles E. Schumer, han hablado directamente con Biden la semana pasada, advirtiéndole sobre la preocupación generalizada de que su candidatura podría perjudicar las posibilidades de control demócrata del Congreso el próximo año.
Obama, quien es una figura muy respetada dentro del partido, ha tratado de mantener un perfil bajo, confiando en su larga amistad con Biden. Sin embargo, su liderazgo en el partido entre 2008 y 2016 lo ha convertido en un punto de referencia para las preocupaciones de los demócratas.
Ex asesores de Obama, como David Axelrod, y otros que ahora dirigen la empresa de podcast Crooked Media, han sido algunos de los demócratas más vocales en argumentar que Biden puede no tener un camino claro hacia la victoria.
