La campaña de Joe Biden ha gastado casi seis veces más que la de Donald Trump en los últimos meses, una diferencia que ha ayudado al republicano a ampliar su ventaja económica de cara a la recta final. A pesar de que Biden recaudó más dinero tanto en junio como en todo el ciclo electoral, su campaña ha gastado cantidades enormes para mantenerse a flote, incluyendo decenas de millones en publicidad en estados disputados, sin mucho impacto en las encuestas. A menos de cuatro meses de las elecciones, Trump ha creado poca infraestructura interna de campaña, pero cuenta con una considerable reserva de efectivo.
Los nuevos informes financieros presentados ante la Comisión Federal Electoral muestran las diferentes realidades financieras y políticas de las dos campañas. Estos informes, que cubren hasta el 30 de junio, reflejan un período anterior al pobre desempeño de Biden en el debate y sus consecuencias inmediatas. También son previos a eventos recientes como el intento de asesinato contra Trump y la Convención Nacional Republicana, que han fortalecido la posición del republicano y debilitado la de Biden.
La disparidad de efectivo entre Biden y Trump se debe principalmente al gasto. Después de que un aumento en la recaudación de fondos ayudó a Trump a superar la ventaja de efectivo de Biden en mayo, la recaudación de Trump se desaceleró ligeramente en junio. Mientras tanto, la recaudación de fondos de Biden repuntó, aunque esta tendencia no ha continuado en julio debido a preocupaciones sobre su edad y su capacidad para permanecer en la contienda. Algunos demócratas esperan que un candidato diferente pueda revitalizar a los donantes de cara al otoño.
En junio, la campaña de Biden gastó casi 60 millones de dólares, mientras que el comité de campaña oficial de Trump gastó apenas 10 millones de dólares, la mayoría en correo directo. Al finalizar junio, la campaña de Biden tenía poco menos de 96 millones de dólares en el banco, comparado con los 128 millones de dólares de la campaña de Trump.
Ambos candidatos también dependen de operaciones políticas más amplias, incluyendo comités conjuntos de recaudación de fondos y los partidos nacionales. La operación completa de Trump tenía 281 millones de dólares en efectivo a finales de junio, en comparación con los 237 millones de dólares de Biden. El Comité Nacional Demócrata (DNC) gastó más que el Comité Nacional Republicano (RNC) en junio, 26 millones de dólares frente a 19,4 millones, pero el RNC logró una ventaja en efectivo por primera vez en este ciclo tras recaudar casi 67 millones de dólares, en comparación con los 39 millones del DNC.
El limitado gasto de Trump refleja en gran medida la cantidad de actividad que su campaña ha delegado a grupos externos. Docenas de empleados que antes estaban en la nómina de su campaña ahora reciben pagos del RNC. Los súper PAC también han estado gastando significativamente para apoyarlo, incluyendo el nuevo America PAC, que ha invertido millones en campañas pagadas.
La mayor diferencia entre Trump y Biden ha sido el gasto en publicidad. Mientras la campaña de Trump ha gastado poco en medios pagados, la campaña de Biden invirtió 48 millones de dólares en publicidad en junio, convirtiéndose fácilmente en la mayor categoría de gasto de su campaña. Desde marzo, la campaña de Biden ha gastado decenas de millones de dólares cada mes en publicidad, aunque esta masiva campaña de medios pagados parece haber tenido poco efecto en las encuestas públicas.
