La situación difícilmente podría ser peor para los demócratas. Usaron descaradamente el debate de Biden con Trump para mostrar al mundo que —contra lo que habían asegurado hasta ese momento—, el presidente de los Estados Unidos es un anciano senil y tener así una excusa para presentar a otro candidato, dando a los medios permiso para lanzarse a dentelladas contra el inquilino de la Casa Blanca.
Y todo ha salido de la peor manera posible. Los presuntos candidatos dan largas y no acaban de dar el ansiado paso adelante, mientras el presidente se aferra al cargo —y a la candidatura— con uñas y dientes. «Creo que soy el mejor posicionado para gobernar», insistió Biden. «Y el mejor posicionado para ganar», algo que contradicen, por cierto, todas las encuestas.
Mientras, los demócratas pisan el acelerador con sus llamados a que Biden se haga a un lado y los donantes congelan sus contribuciones multimillonarias hasta que el anciano se retire.
Y, los hasta ahora soldados más leales a Biden, los periodistas de medios como la CNN, se sienten entre la espada y la pared. CNN informa que un destacado demócrata afirmó que los asesores de Biden han amenazado al personal de la Casa Blanca, diciendo que «darán una paliza« a cualquiera que diga algo sobre la salud de Biden que sea contrario a su narrativa.
Comentando con la estrella de la CNN Jake Tapper, la periodista MJ Lee confesaba: «Hemos hablado con mucha gente que reconocía que naturalmente notaba que ha envejecido, que por supuesto había advertido indicios, sobre todo el último años, de su declive en términos de resistencia física y claridad mental. Pero esa versión del presidente que vimos en el escenario del debate, dijeron que era básicamente irreconocible».
Y sigue Lee: «Hay mucha rabia y se culpa al círculo íntimo de asesores y miembros de la familia del presidente y lo que estas personas dicen es que estas operaciones diarias realmente meticulosamente coreografiadas y dirigidas en la Casa Blanca en torno al presidente están diseñadas específicamente para evitar que el público vea a menudo al presidente en estos entornos extendidos y sin guion».
«Y una cosa que enfurece a muchas de las personas con las que hablamos es la idea de que cuando las personas acudieron a este círculo íntimo de asesores alrededor del presidente para expresar algunas de estas preocupaciones, no fueron tomadas en serio o realmente ignoradas», agregó Lee, antes de lanzar la bomba. «Un importante dirigente demócrata me confesó: ‘A cualquiera que exprese cualquier nivel de sospecha o puntos de vista contrarios, lo llaman, le zarandean y le dicen que se ciña al mensaje‘», incidió Lee.
Los comentarios surgen después de múltiples informes, muchos de ellos en el New York Times, que citan a personas con información privilegiada que dicen que Biden está completamente fuera de sí.
