¿Recuerdan? El 6 de enero de 2021, incapaz de aceptar su derrota, Donald Trump incitó a sus partidarios a la rebelión, convocándolos al Capitolio de Washington, que fue asaltado por las hordas en un claro intento de golpe de Estado que luego Biden y los suyos compararon con Pearl Harbor y el 11-S. Ese ataque llevó a la detención de cientos de personas, muchas de las cuales siguen encarceladas.
Solo que todo lo escrito en el párrafo anterior, y que es la versión que casi todo el mundo conoce y cree, es mentira, lo que dejan diáfano los vídeos que acaba de hacer públicos el nuevo presidente (speaker) de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson.
Lo que dejan claro las grabaciones es que se trató de una encerrona, pura y simple. Estamos hablando de más de 40.000 horas del vídeo de seguridad de la Policía del Capitolio del 6 de enero que han empezado a subirse a internet, a un sitio exclusivo que se irá alimentando con nuevas grabaciones en los próximos meses, según ha anunciado Johnson.
El Subcomité de Supervisión del Comité de Administración de la Cámara de Representantes, presidido por el representante Barry Loudermilk (R-Ga.), ya ha publicado 90 horas de vídeos de seguridad del Capitolio en la sala de visualización en línea. El lanzamiento inicial incluye imágenes proporcionadas previamente a varios medios de comunicación.
«El objetivo de nuestra investigación ha sido brindar transparencia al pueblo estadounidense sobre lo que sucedió en el Capitolio el 6 de enero de 2021, y esto incluye todos los videos oficiales de ese día», dijo Loudermilk en un comunicado. «Continuaremos cargando imágenes de vídeo mientras llevamos a cabo nuestra investigación y continuamos revisando las imágenes», añadió.
Se agregarán más videos al sitio público «de forma continua», dijo la fuente. «Según las estimaciones actuales, hay aproximadamente 40.000 horas que haremos públicas en los próximos meses lo más rápido que podamos», dijo el asistente del Congreso.
Lo que hemos podido ver hasta ahora en numerosas redes sociales hace imposible mantener la narrativa de un violento asalto que superó a la Policía, ya que los vídeos muestran a los agentes acompañando en un pacífico tour a quienes penetraron en los edificios sedes de la soberanía nacional y facilitando su marcha por el lugar.
