Estados Unidos concluyó el viernes la operación de recuperación de los restos del globo que fue derribado hace casi dos semanas en el estado de Carolina del Norte. La verificación parcial hasta el momento ha confirmado que en efecto se trataba de un objeto chino dedicado a labores de espionaje.  

Las labores de recuperación fueron conducidas por personal de la Armada, la Guardia Costera y el FBI, y seguirán su curso para indagar mayores detalles del globo, con miras a determinar qué tipo de información estaba recabando mientras estuvo en uso.

Los restos del objeto han sido trasladados a un laboratorio del FBI en el estado de Virginia donde se procederá a ahondar en las pesquisas.

Otros tres objetos fueron derribados posteriormente por aviones de combate en Canadá, Alaska y el Lago Hurón (zona limítrofe con Canadá), sin que hasta el momento se tenga mayor información sobre si éstos también perseguían fines de espionaje. Por ahora la Administración Biden se ha empeñado en negar que fuesen de origen chino, al tiempo que ha dicho que son de naturaleza civil.