La espantosa tragedia del huracán Helene en varios estados de Estados Unidos está proporcionando un fiel retrato del panorama político en el país, y no es bonito. FEMA, la agencia federal para emergencias, está haciendo un papelón por falta de fondos, gastados principalmente en prestar asistencia a quienes por cientos de miles han estado entrando en el país ilegalmente durante los últimos cuatro años.
Peor: el gobierno federal no sólo hace muy poco por aliviar la tragedia de quienes lo han perdido todo en la devastación, sino que está impidiendo las ayudas de decenas de voluntarios privados.
Esta semana, hubo numerosos informes sobre cómo FEMA obstaculizó activamente las tareas de socorro en la parte occidental de Carolina del Norte —un estado pendular, clave en las elecciones de noviembre—, incluso amenazando a los pilotos de helicópteros privados con arrestos por realizar misiones de rescate.
El multimillonario dueño de X, Elon Musk, compartió un mensaje terrible de uno de sus ingenieros de SpaceX que se encontraba en el lugar, en el estado devastado por la tormenta. Musk comentó en su red social que «FEMA no sólo no está ayudando adecuadamente a las personas en problemas, sino que está bloqueando activamente a los ciudadanos que intentan ayudar«, y compartió un mensaje de uno de sus ingenieros en el terreno:
«Hola Elon, te doy una actualización desde Asheville, Carolina del Norte. Hemos habilitado dos grandes bases de operaciones para que los helicópteros entreguen mercancías. Hemos desplegado más de 300 Starlinks y hemos salvado muchas vidas. El gran problema es que FEMA está bloqueando activamente los envíos y confiscando bienes y servicios a nivel local y encerrándolos para afirmar que son suyos. Es muy real y aterrador ver hasta qué punto han tomado el control para impedir que la gente ayude. Ahora estamos bloqueados en los envíos de nuevos Starlinks que llegan hasta que tengamos una escolta del departamento de bomberos, pero eso puede no ser suficiente».
La situación es tan surrealista que muchos han empezado a sospechar que no se trata sólo de crasa incompetencia. Como comenta una tribuna aparecida en el Instituto Mises, «este horrible desastre natural es un recordatorio de hasta qué punto el régimen odia a la gente que vive allí«.
El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, dejó estupefactos a los ciudadanos al advertir que los fondos de FEMA para la financiación de desastres por huracanes se estaban agotando. Esto se debe a que el equipo Biden-Harris desvió 1.400 millones de dólares para abordar la crisis migratoria que ayudaron a crear mediante políticas de apertura de la frontera sur.
