Con las elecciones en septiembre, el debate sobre el apoyo social a los inmigrantes en Austria se ha intensificado, especialmente tras conocerse la situación de una familia siria. Según el periódico Huete, el Gobierno otorga a esta familia una ayuda social mensual de 4.600 euros para su adaptación en Viena.
Herbert Kickl, líder del Partido por la Libertad de Austria (FPÖ), ha criticado esta medida, argumentando que mientras los austriacos enfrentan la inflación y trabajan duramente, los inmigrantes reciben una ayuda desproporcionada. Dominik Nepp, presidente vienés del FPÖ, ha subrayado también la dificultad de explicar cómo una persona que trabaja 40 horas a la semana con un salario neto promedio de 2.000 euros ve que una familia inmigrante recibe 4.600 euros al mes, e incluso hasta 6.000 euros con subsidios adicionales.
La familia siria en cuestión recibe 809,09 euros por cada progenitor, más 51,01 euros por cada uno de sus siete hijos. Seis de estos hijos, siendo menores de edad o estudiantes, reciben 312,08 euros adicionales por niño. También se añaden algo más de 1.000 euros en ayudas para el alquiler. De esta manera, Kickl sostiene que este nivel de apoyo hace que Austria se perciba como un destino muy atractivo para los inmigrantes en comparación con otros países de la UE, donde los niveles de vida son considerablemente más bajos.
