Más de 300 agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil colaborarán en el operativo que se ha preparado para garantizar la seguridad en París durante los Juegos Olímpicos. Entre el 26 de julio y el 11 de agosto la ciudad se convertirá en una fortaleza, con dos objetivos clave: la amenaza yihadista y la seguridad ciudadana.

La coordinación antiterrorista entre España y Francia se ha intensificado debido a los Juegos Olímpicos. Especialistas en la lucha contra el yihadismo se desplazarán a París y formarán parte de las estructuras de coordinación con otras policías europeas para prevenir actos terroristas.

En París, la amenaza yihadista es una de las principales preocupaciones, sobre todo después de los atentados de noviembre de 2015 en la sala Bataclán y en Saint Denis, que dejaron más de 130 muertos y 415 heridos.

Este riesgo de terrorismo se ha agravado con el tránsito de inmigrantes ilegales a través del Estrecho de Gibraltar. Fuentes policiales explican que las redes utilizadas por terroristas yihadistas para ingresar a Europa son motivo de preocupación, especialmente por la ruta del Mediterráneo Occidental.

«Preocupa no sólo a los especialistas españoles sino, incluso, al FBI estadounidense, el tránsito de inmigrantes irregulares por el Estrecho. Temen que se haya producido un uso más frecuente de estas redes por parte de los terroristas yihadistas, con el fin de aumentar las posibilidades de acceso a Europa», aseguran fuentes policiales a El País.

Estas fuentes explican que se trabaja con la percepción de que desde que en 2017 quedó fijado París como sede olímpica para 2024, los movimientos yihadistas ya tienen en mente intentar preparar alguna «acción de gran impacto mundial».

Además del terrorismo, la seguridad ciudadana es otra prioridad. España enviará a especialistas en control de masas y seguridad en grandes eventos, así como agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP).

En mayo de 2022, durante la final de la Champions League en París, la seguridad francesa se vio superada por incidentes graves y delincuentes organizados. Esta experiencia subraya la importancia del despliegue preventivo y de colaboración internacional para garantizar la seguridad en los Juegos Olímpicos.