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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La gran coalición en Alemania deberá esperar… a enero

Las voces que reclaman un acuerdo entre los dos grandes partidos alemanes aumentan a diario y desde la CDU se dan de plazo hasta enero para valorar la oferta inicial.

La gran coalición en Alemania va tomando cuerpo. Tras el fracaso de las negociaciones entre la CDU, su ala bávara -la Unión Socialcristiana (CSU)-, el Partido Liberal (FDP) y Los Verdes, el establishment ha puesto su maquinaria mediática a funcionar para evitar nuevas elecciones a través de un nuevo acuerdo o un ejecutivo en minoría del bloque conservador.
Durante la campaña y tras conocerse los resultados electorales, Martin Schulz fue tajante: «No repetiremos las ideas del pasado. Iremos a la oposición». El líder del SPD ha visto cómo la negativa inicial de su partido se ha convertido ahora en críticas a su férrea postura y en un murmullo cada vez mayor que que reclama una vía para la negociación. Las palabras del presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, pidiendo a los partidos que asuman su responsabilidad política tuvieron mucho que ver.
El estado de ánimo de Angela Merkel ha cambiado. Han sido semanas duras para la canciller, que ha visto cómo los ciudadanos le daban la espalda en las encuestas y se confirmaba el fracaso de su gran apuesta política para esta legislatura. En la CDU ahora son optimistas, aunque advierten de que las negociaciones formales para intentar reeditar una gran coalición de Gobierno no empezarán antes de enero. La oferta a Schulz debe ser, o parecer, lo suficientemente convincente para no dejarle otra salida que el acuerdo.
«El SPD fijó demasiado pronto una posición equivocada y ahora busca un camino para asumir su responsabilidad, no debemos presionarlos demasiado», aseguró el ministro del Interior, Thomas de Maizière, miembro de la cúpula de la CDU, que agregó posteriormente que «las primeras conversaciones previas pueden darse tal vez antes de enero, pero las conversaciones formales probablemente no empezarán hasta entonces».
En este sentido, la jefa de la CDU en el estado federado de Renania-Palatinado y vicepresidenta del partido a nivel nacional, Julia Klöckner, también señaló que el SPD «necesitará tiempo».

Las condiciones socialdemócratas

El cambio de postura en la cúpula del SPD es total, pero sus miembros no aceptarán cualquier cosa a cambio de entregar la llave del poder a Merkel. Los socialdemócratas del estado federado de Renania del Norte-Westfalia -el «Land» más poblado del país y con más diputados- han formulado una serie de condiciones bajo las cuales se podría reeditar la gran coalición en una carta a los dirigentes, a la que ha tenido acceso el diario Süddeutsche Zeitung.
Entre las condiciones aparecen rebajas fiscales para los ingresos bajos y medios, un programa de inversiones y una reforma de la seguridad sanitaria y del sistema de pensiones.
Además, dentro del SPD se pide asumir las propuestas formuladas por el presidente francés, Emmanuel Macron, para una reforma de la eurozona.

‘Debemos lograr un acuerdo rápido’

Merkel aprovechó su intervención en el congreso regional de la CDU para presionar a Schulz: «Sería deseable que se pudiese llegar muy rápido a un Gobierno». Su vista está puesta en el encuentro que ha conseguido organizar el presidente alemán para el próximo jueves y que reunirá a la canciller con el líder de los socialdemócratas.
La cita será la primera entre ambos dirigentes tras las elecciones del 24 de septiembre, cuando el SPD cosechó sus peores resultados en unas generales y Schulz anunció la determinación de su partido de marchar a la oposición.
«No espero absolutamente nada de no lograr iniciar algo con los resultados (electorales) y de pedirle a las personas que vuelvan a votar», afirmó la líder cristianodemócrata.

‘No aspiro a nuevas elecciones’

La situación de Schulz es compleja. El líder del SPD se ha abierto al diálogo tras la intensa reunión que mantuvo el jueves con Steinmeier, aunque tampoco ha abrazado abiertamente la opción de una gran coalición.
En un discurso en el congreso de las Juventudes Socialdemócratas que arrancó este domingo en Saarbrücken, Schulz evidenció las dificultades que tiene para articular su actual posición entre las crecientes presiones internas y externas en todos los sentidos.
«No aspiro a una gran coalición. No aspiro tampoco a un Gobierno en minoría (…) Tampoco aspiro a nuevas elecciones», aseguró Schulz, que por el momento sólo se mostró dispuesto a «discutir las mejores vías para favorecer algo la vida de las personas en su día a día».
El vicepresidente del SPD, Thorsten Schäfer-Gümbel, indicó que su partido sólo ha decidido abrir el diálogo, «ni más ni menos», y que «una conversación de ese tipo no desencadena nada automáticamente».
Además, afirmó que será el congreso federal del SPD, que se celebrará entre el 7 y el 9 de diciembre, el que decida si el partido vuelve a la mesa para negociar una coalición que, como en la pasada legislatura, tendría que ratificar, una vez suscrita, la militancia en un referéndum.
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