La Policía de Suecia ha recibido en los últimos días varias peticiones para quemar textos religiosos próximamente, entre ellas una que plantea específicamente la destrucción de un ejemplar del Corán junto a una mezquita en Estocolmo, una convocatoria similar a la realizada el 28 de junio y que derivó en una ola de críticas desde países de mayoría musulmana.
Estas críticas son «injustas» a juicio de una mujer que ha presentado una nueva solicitud para manifestarse «lo antes posible» junto a una mezquita de la capital sueca, según ha explicado ella misma a la cadena SVT. La Policía ha confirmado que ya tiene esta petición sobre la mesa y ha prometido que examinará todas las que pueda recibir de manera individual.
Por otra parte, un hombre quiere responder también en Estocolmo a la quema del Corán destruyendo el 15 de julio un ejemplar de la Torá y otro de la Biblia, en aras de la «libertad de expresión», mientras que en la ciudad de Helsingborg, en el sur del país, se ha llamado a quemar textos religiosos el 12 de julio.
El Ministerio de Exteriores condenó la que quema del Corán por considerarlo un «acto islamófobo», si bien esta protesta ha generado movilizaciones de repulsa en países árabes y críticas de índole política. Turquía, que aún debe ratificar la entrada de Suecia en la OTAN, ha acusado a las autoridades del país nórdico de ser demasiado permisivas con este tipo de concentraciones, pese a que la propia Justicia sueca ha establecido que no cabe prohibición alguna sobre ellas.
