El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha vuelto a criticar a la estructura de la Unión Europea durante una rueda de prensa en Estrasburgo, donde presenta este miércoles las prioridades de la presidencia húngara del Consejo.
«El problema fundamental de la UE es que consideramos las instituciones como lo único importante en política. Si las instituciones funcionan bien, todo va bien. Pero en tiempos de problemas necesitamos a los líderes, no a las instituciones«, ha afirmado. «Líderes europeos como Sánchez están más enfocados en sobrevivir políticamente que en gobernar», ha insistido.
Así, ha compartido su experiencia al frente de la presidencia del Consejo de la UE: «He ido a Berlín, París y Roma inmediatamente, he negociado durante horas para ver cuáles eran sus expectativas para los próximos seis meses en Europa», ha explicado. A pesar de estos encuentros, el problema de fondo persiste: «Las reuniones han sido excelentes, pero la falta de liderazgo sigue siendo un problema».
Para Orbán, la dependencia de Bruselas ha debilitado la capacidad de los países europeos para «enfrentarse» a los desafíos actuales. «Necesitamos líderes fuertes y tenaces que piensen en las consecuencias a largo plazo», ha defendido. Cree que el futuro de Europa dependerá de la capacidad de las naciones de recuperar su soberanía y de elegir líderes fuertes que puedan «guiar» al continente.
En su intervención ha asegurado que celebrará la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca si se produce el próximo 5 noviembre, asegurando que la Unión Europea debe estar lista para debatir sobre la estrategia hacia Ucrania si se produce un cambio de administración en Estados Unidos. «Sería fantástico», ha concluido.
